Cómo cumpir con la seguridad alimentaria

Cooperativas Agro-alimentarias celebrará en Tomelloso una jornada para explicar los pasos necesarios para que un producto llegue en las mejores condiciones al consumidor.

Con motivo del Mes de la Seguridad Agroalimentaria se ha organizado en Tomelloso una jornada para explicar todos los procesos que se dan en la cadena agroalimentaria. Será el jueves, 25 de junio, con la participación de la directora de I+D+i y Formación del Grupo Abrasador, María del Carmen Ramírez, quien explicará en su ponencia cuáles son los cuidados que deben tenerse en cuenta en todo el proceso alimenticio que entra en juego a la hora de comercializar un producto.

Esta jornada está organizada por SIC Agroalimentaria y Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, en colaboración con la Caixa. Se trata de dar a conocer a los productores que la seguridad alimentaria debe formar parte de todos los pasos de la cadena agroalimentaria. «El control de cada uno de los pasos que realiza el producto hasta llegar a la mesa del consumidor final es imprescindible para garantizar las mejores condiciones», aseguraba Ramírez, que también es experta en Nutrición.

En el Grupo Abrasador, dedicado a las restauración y con más de 20 años de experiencia, la principal característica es que forma parte de todos los eslabones de la cadena, desde la producción y el despiece de la carne, hasta la venta del plato o receta al consumidor final en el restaurante.

De esta manera, «al tener acceso a todas las partes del proceso, podemos estar seguros de que se están haciendo las cosas bien. Tenemos la suerte de ser nosotros mismos quienes producimos, quienes vendemos a nuestros franquiciados y de estar en el restaurante escuchando a los clientes. El autocontrol y la autocrítica es imprescindible, imponemos a nuestros clientes, trabajadores y colaboradores un control muy estricto, no dejamos nada a la ligera», explicaba la gerente del grupo..

Desde el Grupo Abrasador «tenemos muy claro qué queremos y cómo lo queremos y esto, algunas veces, supone decirle que no a alguno de nuestros franquiciados, dejar de trabajar con algunos de nuestros colaboradores. Nuestra manera de entender el negocio pasa por aceptar que en algún momento tendremos que sacrificar parte del beneficio para asegurar que todo el trabajo es correcto».

Así, de un número de 80 restaurantes y franquicias con las que contaba el grupo hace tres años, «hemos pasado a 35, hemos tenido que decir que no a todos aquellos profesionales que no cumplían nuestras normas a rajatabla. Mucha gente nos da la enhorabuena por ser tan correctos, pero muchos empresarios de la hostelería no lo entienden, piensan que estamos locos por ser capaces de perder dinero por nuestros ideales», explica Ramírez.

Con esta premisa de base «nuestro consejo es que el productor aprenda a ser humilde y que tenga claro dónde quiere llegar, ya que no se trata solo de una cuestión económica, sino que entra en juego la salud de los clientes. Sin embargo, entendemos que es muy complicado cumplir todas las normas».

Fuente: ABC