El 72% de los consumidores españoles se fija en la información nutricional del etiquetado, según un estudio de HISPACOOP

Según el estudio, el 32% de los encuestados considera que los datos más relevantes son aquellos que tienen que ver con las grasas saturadas; el 23%, el valor energético (las calorías); el 15%, las grasas trans; y el 11%, los azúcares. Además, el informe refleja que, aunque en menor medida, también se mencionan otros elementos como la sal (o el sodio), las grasas monoinsaturadas o poliinsaturadas, vitaminas, proteínas, otros hidratos de carbono como los polialcoholes o el almidón, fibra alimentaria, los minerales y otros.

En este sentido, dos de cada tres encuestados cree que expresar la información nutricional en 100 gramos o 100 miligramos ayuda a entender dicha información. Entre quienes opinan lo contrario, se encuentran en mayor medida los mayores de 65 años.

Asimismo, la información nutricional también puede venir expresada en porcentajes de ingesta de referencia (IR), ya sea por 100 gramos o 100 miligramos o por proporción o unidad de consumo. La mitad de los encuestados que leen la información nutricional se fijan en estas proporciones. De nuevo son los mayores de 65 años quienes lo hacen en menor medida).

Sobre el origen del producto, un 68% de los responsables de compra se fijan en este dato y, de ellos, casi nueve de cada diez escogen productos producidos en su región o país frente a otros. Así, los encuestados destacan los tipos de alimentos que, a su juicio, deberían llevar este dato en su etiquetado: la carne de vacuno, porcino, caprino y otros (el 90% así lo cree), el pescado (el 84%), las aves de corral y la leche (el 76%, respectivamente), y la miel y la leche utilizada como ingrediente en productos lácteos (en torno al 59%, en ambos grupos de alimentos). Solo un 3% señaló las frutas y las verduras.

Por otra parte, en relación con los alérgenos, el informe revela que nueve de cada diez encuestados afirman que debería indicarse de una manera más clara la existencia de ingredientes que pueden causar alguna alergia o intolerancia. En concreto, un 67% de ellos afirman saber que en todos los alimentos es obligatorio informar sobre la existencia de este tipo de ingredientes, frente a un 32% de las personas consultadas, que reconocieron no saberlo.

Además, el 63% de los encuestados que habitualmente se fijan en el etiquetado de los alimentos no ha notado cambios en este canal de información en los últimos 6 meses, mientras que el 36% sí los ha percibido. Estos últimos identifican modificaciones en los ingredientes que causan alergias o intolerancias (un 17% lo ha percibido) y en la claridad de la información nutricional y el origen de vegetal de los aceites y grasas vegetales (un 10%, respectivamente).

El ‘Estudio del comportamiento del consumidor sobre la información alimentaria’ incluye las respuestas de un total de 1.511 entrevistados, responsables de compras del hogar en España. Las encuestas han sido realizadas entre octubre y noviembre de 2015 y, de ellas, 1.000 han sido telefónicas y 511 se han obtenido a través de http://www.consumer.es. La muestra total se ha distribuido por sexo, edad (mayores de 16 años), hábitat y comunidad autónoma (las 17 y las 2 ciudades autónomas).

Fuente: Te Interesa

Nuevas investigaciones de DuPont Nutrición & Salud identifican perfil del consumidor de nutrición deportiva

Los datos recolectados de más de 13.000 consumidores en 21 países conforman la base de un nuevo seminario web de DuPont Nutrición & Salud, diseñado para ayudar a los fabricantes a desarrollar y a comercializar productos para la nutrición deportiva y para el control del peso. El seminario web está disponible y puede acceder a él completando el registro en línea (http://ems3.intellor.com/?p=307994&do=register&t=16).

Este Food and Fitness Continuum consta de tres segmentos de consumidores principales: buscadores de récords personales (individuos competitivos y centrados en el rendimiento), activos e informados (consumidores que se esfuerzan por consumir alimentos saludables para apoyar sus estilos de vida activos) y luchadores motivados (consumidores que reconocen que la pérdida de peso es necesaria pero les resulta difícil seguir una dieta). Las investigaciones sobre estos públicos y diversos puntos del continuo arrojan nueva luz a los fabricantes sobre las necesidades, las motivaciones y las conductas de los consumidores.

«Hemos visto que han desaparecido las líneas que dividían los mercados de nutrición deportiva y de control del peso», expresó Greg Paul, Ph.D., MBA, Global Marketing Director Consumer Segments, DuPont Nutrición & Salud y uno de los presentadores del seminario web. El consumo de los productos de nutrición deportiva ha ido más allá del deportista de alto rendimiento y ha llegado a un consumidor más masivo. Al otro extremo del espectro, los consumidores preocupados por su peso han reemplazado la noción tradicional de la dieta a corto plazo por un compromiso más amplio y más sostenido con un estilo de vida saludable. La confluencia de estas dos tendencias ha dado lugar a que emerja el continuo».

Además de informaciones de este nuevo segmento, los participantes pueden adquirir conocimientos sobre temas y sobre ingredientes relacionados con la nutrición deportiva y con el control del peso, incluidos salud muscular y rendimiento, probióticos, proteína de soya, fibra e ingredientes que promueven el buen estado cardiovascular.

Los asistentes también escucharán a los expertos en ciencia de la nutrición de DuPont Nutrición & Salud: Mark Cope, Ph.D. y Michelle Braun, Ph.D.. Los asistentes interesados en registrarse para el seminario web pueden hacerlo en línea.

DuPont Nutrición & Salud combina conocimientos profundos sobre alimentos y sobre nutrición con investigaciones y ciencia con el objetivo de brindar un valor inigualable a las industrias de alimentos, de bebidas y de suplementos dietarios. Aportamos soluciones innovadoras, utilizando investigaciones de mercado y un amplio portafolio de productos, a fines de ayudar a nuestros consumidores a transformar los retos en oportunidades de negocios.

DuPont, que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York con el símbolo DD (NYSE: DD) ha incorporado ciencia e ingeniería de talla mundial al mercado global en la forma de productos, de materiales y de servicios innovadores desde 1802. La empresa cree que al colaborar con clientes, gobiernos, ONGs y líderes de pensamiento puede ayudar a encontrar soluciones a retos globales como proporcionar alimentos saludables suficientes a la gente en todas partes, disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles y protegiendo la vida y el medio ambiente. Para obtener información adicional sobre DuPont y sobre su compromiso con la innovación inclusiva.

Fuente: Foods News Latam

¿Por qué leer el etiquetado nutricional?

Ya hemos dicho muchas veces que todo comienza con la compra de los alimentos que después utilizaremos para componer nuestra mesa, por ello, leer las etiquetas de los alimentos es de gran importancia, pues es un recurso que nos ayudará a escoger mejor lo que comemos.

En el etiquetado nutricional de cada producto podemos encontrar información valiosa que fundamente nuestras decisiones al momento de seleccionar los ingredientes para nuestros platos.

Asimismo, con su lectura únicamente podemos realizar una compra a conciencia y con fundamento, sin dejarnos engañar por la apariencia o las leyendas más destacables de un producto, pues no olvidemos que muchos alimentos destacan su «0% grasas» pero detrás de ello se esconden muchas calorías derivadas de un exceso de azúcares.

Entonces, si queremos comer más sano, resulta fundamental que prestes atención al etiquetado nutricional de los alimentos.

Datos del etiquetado útiles para comer más sano
Aunque hay muchos datos valiosos en el etiquetado de un alimento, hoy seleccionamos algunos de mayor utilidad cuando intentas seleccionar bien qué comer para llevar una dieta más sana. Entre estos datos se encuentran:

Calorías por porción: si miramos las calorías por cada 100 gramos pero no prestamos atención al tamaño y peso de una porción, corremos el riesgo de subestimar el aporte energético de un alimento, por ello, mejor mirar cuántas calorías ofrecen 5 galletas, un vaso, media taza o 1 cucharada de producto, de manera que podamos estimar la proporción de calorías que consumimos cada determinada cantidad ingerida.

Tamaño de la porción: si vemos que un alimento ofrece 50 Kcal por porción y que la porción equivale a una simple galleta rica en fibra, pues claramente sabremos que en una merienda podemos sumar entre 150 y 200 Kcal, por ello, siempre que miremos las calorías por porción también debemos observar a qué equivale una porción de determinado producto.

Azúcares: independientemente de que un producto lleve la leyenda «sin azúcares añadidos», siempre es aconsejable observar en la información nutricional qué proporción de azúcares contiene, podemos verlo bajo la denominación de hidratos de carbono simples o bien, hidratos azúcares. Lo aconsejable es que un producto contenga un 10% o menos de azúcares en su composición.

Tipos de grasas: si bien podemos ver la cantidad de grasas totales por cada 100 gramos o por porción, lo recomendable es observar qué tipo de grasas predominan, siendo lo recomendable que la mayor parte de las grasas sean mono o poliinsaturadas y que tenga menos de 0.5% de grasas trans y escasa cantidad de grasas saturadas.

Fibra: aquí miraremos el contenido de fibra por cada 100 gramos, sabiendo que más de un 6% de este componente nos indica una buena proporción, pero también miraremos cuánto pesa una porción, pues si el producto es muy liviano, como el caso de los cereales de desayuno o la avena, quizá en cada porción la cantidad de fibra sea insignificante.

Sodio: aquí nos conviene observar el contenido por cada 100 gramos, y siempre debemos intentar escoger aquellos productos con bajo o moderado aporte de sodio, es decir con no más de 200 mg de sodio por cada 100 gramos.

Además de estos datos que nos ayudarán a escoger alimentos de mejor calidad nutricional para que nuestra dieta sea más sana, siempre es importante tener en cuenta la cantidad consumida, es decir, cuánto comemos de determinado producto.

Esto es fundamental pues podemos escoger un alimento muy alto en sodio o concentrado en calorías, como puede ser alguna salsa, pero tiene grasas buenas sólo consumimos una cucharada de menos de 15 gramos cada día, por lo tanto, la cantidad de calorías que ofrece a nuestra dieta y el sodio que suma a la misma es en realidad, insignificante.

También podemos utilizar el porcentaje de valor diario o %VD que, como nos muestran en Vitónica, nos indica qué porcentaje de los nutrientes de la dieta diaria son cubiertos con una porción de alimento, tomando como referencia una dieta de 2000 Kcal al día.

Así, podemos escoger alimentos con bajo %VD de azúcares y alto %VD de grasas buenas, de fibra o de alguna vitamina o mineral que nuestro cuerpo necesita. Por regla general, se considera bajo contenido en determinado nutriente 5 o menos de %VD, y alto en determinado nutriente si tiene 20% o más de VD.

Con todos estos datos, vosotros tenéis variadas herramientas para escoger los mejores ingredientes que posteriormente se utilizarán en sus platos con el objetivo de comer más sano, mirando con atención en el etiquetado de los alimentos.

Fuente: Directo al paladar

La nueva hamburguesa que quema calorías en lugar de aportarlas

Si eres de los que se pasa la semana pensando en el día en que te toca hacer cheat meal, el 2015 va a ser tu año: científicos de la Universidad de Massachusetts han anunciado que, tras años de investigación han conseguido desarrollar la primera hamburguesa que, en lugar de aportar calorías, las quema mientras la estamos comiendo.

Este descubrimiento supone un giro en el mundo de la nutrición: el compuesto que han añadido a la carne de vacuno, inocuo para los humanos, consigue quemar más calorías cuantos más alimentos ingiramos. Por el momento sólo han patentado la receta de la hamburguesa de carne de vaca, pero no descartan incluirlo también en otros alimentos como patatas fritas, helados y palmeras de chocolate.

Este descubrimiento dará paso a una nueva era en la alimentación en la que los alimentos que tradicionalmente conocemos como hipercalóricos estarán no solo permitidos en todas las dietas de adelgazamiento, sino recomendados por los profesionales de la salud para bajar esos kilos de más.

El compuesto, además de quemar la misma cantidad de calorías que nos hubiera aportado el alimento en cuestión, también regula el colesterol y el tránsito intestinal, mejora tus defensas y, para aquellos que estén en volumen y tengan miedo de perder músculo debido a que no llegan a las calorías necesarias, evita el catabolismo muscular.

Enero de 2015 será la fecha en la que el compuesto se comercializará en España, coincidiendo con las dietas post-navidades, aunque auguramos que su boom comercial se dará en la operación bikini de este mismo año.

Ve preparando el ketchup y las patatas fritas: ¡la hamburguesa casi está servida!

Fuente: Vitonica

«Estamos mejor en seguridad alimentaria que en nutrición»

La murciana Mª Jesús Periago se convirtió ayer en la segunda mujer miembro de la Academia de Veterinaria de la Región de Murcia. El acto de toma de posesión se celebró en el Museo Arqueológico.

Experta en Nutrición y Bromatología, Periago habló en su discurso de ingreso sobre ‘Seguridad alimentaria y nutrición en la Armada del siglo XVIII’.

¿Por qué eligió este tema?
Me lo propuso Juan José Sánchez Baena, catedrático de Historia Naval, y me pareció curioso. Aunque pueda parecer muy alejado en el tiempo es sorprendente comprobar cómo las ordenanzas reguladoras de alimentos e inspecciones de entonces se parecen mucho a las actuales, pese a no tener nuestros conocimientos científicos. Conservaban los alimentos en salazón, pero tenían una dieta bastante equilibrada. Comían dos días carne, tocino y pescado y legumbres y arroz de acompañamiento. Así tenían una dieta muy estructurada, basada en un conocimiento empírico. Si lo comparamos con la cantidad de comida rápida que consumimos hoy en día, se puede decir que ellos comían mejor que nosotros.

Entonces, nuestra nutrición deja mucho que desear.
El problema está en la falta de conocimiento y en la educación. Se debe educar desde pequeños para que se conozcan las pautas dietéticas saludables, como es la dieta mediterránea, que además, es la mejor nutricionalmente hablando; no en vano la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad. Pero la forma de vida y la entrada en nuestros hábitos de alimentos de fuera de nuestras fronteras, está haciendo que la perdamos. Y no se trata de prohibir las hamburguesas, las patatas fritas o las pizzas, lo que hay que hacer es comer estos alimentos con moderación.

Y compaginar su consumo con otros productos.
El equilibrio en la dieta está en la variedad. Porque si sólo comemos alimentos ricos en grasas saturas, azúcares simples o sal, terminamos con problemas como la obesidad -que ya alcanza cotas preocupantes- y enfermedades crónicas. Que es lo que está pasando entre los más jóvenes. Debemos recuperar la salud a través de una dieta equilibrada.

Su especialidad es también la seguridad alimentaria. ¿Cómo estamos en este punto?
Estamos muy bien. El sistema de control funciona. Somos higiénicamente seguros, aunque el riesgo 0 no existe. Pese a lo que se pueda creer, hay más problemas de seguridad alimentaria en los hogares, por errores en la manipulación de los alimentos, que en las industrias.

Pero los alimentos procesados tienen aditivos.
El consumidor no puede pretender que un alimento procesado, de fácil preparación, no tenga aditivos, pues se está alargando la vida útil del producto. Pero esto está controlado. No hay por qué alarmarse. Sin embargo, el consumidor debe tener clara la relación riesgo/beneficio a la hora de utilizar estos productos, y elegir en consecuencia.

¿Qué ingredientes están desapareciendo de nuestra dieta?
Platos tradicionales con legumbres. Se deberían comer dos veces a la semana como mínimo, pero están perdiendo su lugar frente a alimentos más fáciles de cocinar, más apetecibles. Pero ya está habiendo intentos de recuperarlos con nuevas recetas.

Fuente: La Opinión de Murcia

FAO inaugura Mecanismo Sociedad Civil sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) inauguró hoy el foro anual del Mecanismo Internacional de la Sociedad Civil sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (MSC), informó en un comunicado.

El foro anual del MSC para el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la ONU (CSA) es un vehículo para la participación de actores no gubernamentales en la formulación de políticas.

Durante los discursos de apertura, la FAO insistió en la importancia que tiene la sociedad civil, pues «desempeña un papel crucial para la creación de consenso, dar voz a los hambrientos, representar la diversidad de la sociedad y ser parte de los procesos internacionales de toma de decisión».

«Alcanzar el consenso es importante porque permite avanzar más rápidamente y porque necesitamos resultados a corto plazo», dijo este sábado el director general de la FAO, Graziano da Silva, según refiere la organización.

Además, Da Silva insistió en que el papel clave que desempeña la sociedad civil también se abordará en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN-2), que se celebrará en Roma del 19 al 21 de noviembre próximo.

La FAO informó de que durante «los próximos dos días, más de 200 representantes de organizaciones no gubernamentales y otras asociaciones» analizarán la evolución del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS) «desde su reforma en 2009» hasta la actualidad.

Además, «trabajarán para llegar a un consenso sobre las cuestiones clave que se discutirán en la sesión plenaria del Comité la próxima semana».

«El propósito de la CSM es facilitar la participación de la sociedad civil en la agricultura, la seguridad alimentaria y el desarrollo de políticas de nutrición en los planos nacionales, regionales y mundiales», dijo la FAO.

Este es el tercer año que el Mecanismo de la Sociedad Civil lleva a cabo su foro anual en la sede de la FAO.

El CFS se reúne anualmente para hacer balance de los progresos realizados en la reducción de la inseguridad alimentaria en el mundo, y en octubre para asignar objetivos políticos clave en el transcurso del año.

Fuente: La Vanguardia

Los mil obstáculos de Super Kid

Las apariencias engañan. A primera vista, la densa y fértil jungla que cubre gran parte de Laos puede parecer el hábitat ideal para que la reducida población del país —menos de siete millones de habitantes— disfrute de una vida digna. En la práctica, sin embargo, la situación en el hermano pequeño de la antigua Indochina francesa es dramática. Y son los niños quienes más la sufren. Su mortalidad no tiene parangón en el sudeste asiático —68 de cada mil no sobreviven al primer año de vida, y 79 no llegan a cumplir los cinco años— y lo más doloroso es que está provocada en su mayoría por enfermedades relativamente fáciles de tratar, como la neumonía —18%— y la diarrea —10%—. Por otro lado, las tasas de malnutrición son comparables a las de algunos países del África subsahariana. El 44% de los niños menores de cinco años tiene problemas de crecimiento, y el 27% están malnutridos. Cada año 5.000 niños mueren en Laos por esta lacra, según Unicef.

«Esta pésima situación se aprecia claramente en el ámbito rural, donde muchos niños con carencia de vitaminas y de minerales se muestran apáticos y carentes de la vitalidad que se les presupone. Se encuentran en una especie de letargo que resulta muy peligroso para su crecimiento físico e intelectual», relata Shane Powell, un estadounidense que reside en Laos desde hace más de una década. Unicef, consciente del problema, decidió hace ya casi dos años aliarse con el Gobierno laosiano y con el gigante de la mineríaMMG para poner en marcha con un millón de euros una innovadora iniciativa público-privada que permitirá distribuir cuatro millones de dosis de Super Kid, un nuevo complejo nutritivo en los próximos tres años. «Cuando me propusieron dirigir el proyecto creí que sería relativamente sencillo tener éxito, y que el mayor escollo estaría en llegar a las zonas más remotas», explica Powell, que trabaja en la organización humanitaria desde hace siete años. «Pero estaba muy equivocado», reconoce entre risas en la calurosa oficina que ocupa en Vientián.

«El compuesto en polvo —que incluye zinc, hierro, vitaminas, y otros nutrientes— se introdujo primero en África, donde ha dado muy buenos resultados. Por eso, la primera idea fue traerlo directamente, tal cual, a Laos. Cada niño ha de tomar una dosis al día mezclada con la comida, y ahí surgió el primer problema. La dieta del país se basa, casi exclusivamente, en el arroz glutinoso. Así que el primer impulso de la gente es mezclar el suplemento nutritivo con el arroz mientras se cuece, algo que le hace perder parte de sus propiedades y da a la comida un sabor metálico desagradable». Para solucionarlo, el equipo de Powell trata de convencer a los beneficiarios de que mezclen el polvo con otros alimentos, sobre todo con fruta. «Así conseguimos también que los niños reciban una alimentación más diversa, ya que el arroz glutinoso es muy pobre en nutrientes. Pero, como somos conscientes de que no todos lo van a hacer, tuvimos que cambiar la fórmula para evitar el mal sabor».

Luego, cuando Super Kid ya estaba listo, aparecieron otros problemas inesperados con el embalaje. «Las bolsitas muestran un niño, y nunca pensé que su imagen fuese a dar tantos quebraderos de cabeza. En una ocasión, cuando vimos que en un pueblo no se estaba administrando el complemento, descubrimos que la razón estaba en que el bebé de la ilustración no tenía pelo. Una madre me dijo que creían que sus hijos se iban a quedar calvos si les daban los polvos». El siguiente intento también fracasó. «Luego el problema estaba en que el niño no tenía cuerpo y algunos creían que era un fantasma. Laos es un complejo cóctel de minorías étnicas y, sin duda, lo más complejo de la ayuda es adaptarla a las costumbres y a las creencias locales», sentencia Powell.

Una abuela alimenta a su nieto con arroz glutinoso, la base de la dieta laosiana y un alimento muy pobre que afecta al crecimiento físico e intelectual de los niños.

Afortunadamente, después de mil obstáculos, este verano Super Kid —sonriente, con pelo, y con los brazos en alto— se ha hecho realidad en tres provincias del sur de Laos. «Hemos decidido distribuirlo de dos formas. Por un lado, el paquete blanco se ofrecerá gratuitamente a las familias más pobres a través del canal sanitario, en el que se hará seguimiento de los beneficiarios. Por otro, el paquete naranja se comercializará en tiendas de zonas urbanas a un precio subvencionado de 500 kips (cinco céntimos de euro) la unidad entre quienes sí puedan pagarlo, y habrá una campaña para promocionarlo. La idea es que los padres sean conscientes de que están haciendo una inversión por la salud de su hijo, y que lo valoren como tal».

Para ello, Unicef ha decidido no poner en el paquete ni su logotipo ni el del Gobierno, algo que, según Powell, «aumentará la percepción de calidad del producto». La intención es que se beneficien del suplemento, cuyos primeros efectos beneficiosos se manifiestan en unos 60 días, unos 180.000 niños de entre seis meses y cinco años de vida. «El reto es conseguir que Super Kid se vea como solución a la anemia, que es crónica, y que llegue a los niños que tienen riesgo de sufrir malnutrición en sus primeros mil días de vida, un período crítico en su desarrollo», explica el americano.

No obstante, su uso también puede acarrear efectos no deseados. «Tememos que, si funciona, sucedan dos cosas: que los adultos también comiencen a tomarlo, y que los niños que resulten más activos como consecuencia de su mejor estado de salud sean considerados molestos, o raros, por la comunidad». No obstante, en los pueblos ‘piloto’ del proyecto, la acogida ha sido positiva. «El suplemento es también una excusa para cambiar hábitos en otros aspectos. De momento, hemos conseguido que las madres presten más atención a la variedad de alimentos que dan a sus hijos, ya que a veces el problema no está en la falta de comida sino en la falta de conocimiento sobre lo que requiere un bebé, así que aprovechamos también para hacer hincapié en los beneficios de la leche materna y en la necesidad de mantener un estricto control higiénico». Así, poco a poco, Laos se va acercando a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Powell, con las tiras de Super Kid

«Esa es la satisfacción que buscaba cuando decidí dejar el periodismo. Me cansé de las noches en vela escribiendo cómo otros desarrollaban proyectos de este tipo y me animé a pasar a la acción. Creo que los Objetivos del Milenio son un buen incentivo para que los países mejoren, porque marcan metas concretas, y me sentiré orgulloso si consigo aportar algo para que así sea», cuenta. Porque Powell, desde un principio, supo que quería marcar la diferencia con su trabajo. De ahí que ahora sienta que los largos y accidentados viajes a las zonas más remotas de Laos han merecido la pena. «Cuando se presenta un proyecto se suele olvidar el trabajo que hay detrás, y creo que así debe ser porque lo importante son las vidas de los beneficiarios. Es lo que me motiva».

Fuente: El País

Las guías alimentarias, herramienta de promoción de la salud

Las guías alimentarias constituyen una herramienta de gran utilidad para educar y orientar a la población hacia una alimentación más saludable. Se diseñan considerando, entre otros aspectos, los hábitos alimentarios predominantes, la disponibilidad alimentaria y el nivel de acceso a los alimentos en cada país. Artículo del doctor Javier Aranceta.

En los últimos años ha ido evolucionando la forma de entender los estándares de referencia y las recomendaciones nutricionales.

En el pasado más cercano las ingestas recomendadas se orientaban a la prevención de carencias nutricionales y se formulaban niveles de ingesta recomendados para la energía, proteínas, minerales, oligoelementos y vitaminas, mientras que se entendía que los objetivos nutricionales pretendían conseguir un perfil nutricional encaminado a la prevención de factores de riesgo y enfermedades crónicas y se plateaban prioritariamente en base a la adecuación de la ingesta de macronutrientes.

En la actualidad estos conceptos, aunque siguen diferenciándose, comprenden elementos comunes, de manera que las ingestas dietéticas de referencia no se limitan a los nutrientes mencionados antes, sino que se extienden también a los micronutrientes e incluso al agua. A su vez, los objetivos nutricionales no se circunscriben a los macronutrientes, sino que se plantean también objetivos para micronutrientes y otros aspectos, como el índice de masa corporal, nivel de actividad física o la lactancia materna.

Las guías alimentarias trasladarían estas recomendaciones en términos de alimentos comopatrón dietético que permite conseguir el perfil nutricional de referencia, como sistema de apoyo para prevenir el desarrollo precoz de enfermedades crónicas y degenerativas e incluso mejorar la cantidad y calidad de vida.

Estas guías constituyen una herramienta de gran utilidad para educar y orientar a la población hacia una alimentación más saludable. Se diseñan considerando los hábitos alimentarios predominantes, la disponibilidad alimentaria y el nivel de acceso a los alimentos en cada país, entre otros aspectos.

Estas recomendaciones deben ser de carácter nacional o regional, considerar la situación de salud y nutrición de la población del país, y tener como finalidad tanto la prevención de las enfermedades nutricionales originadas por el déficit de consumo de energía o nutrientes específicos, como la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la dieta inadecuada y el sedentarismo, cuya prevalencia es cada vez mayor.

Por lo tanto, es habitual que las guías alimentarias y las imágenes que las suelen acompañar difieran de unos países a otros. Así se reconocía en el documento sobre la formulación de guías basadas en alimentos de la FAO/OMS (1996), que destacaba además, que las guías alimentarias deben reflejar patrones alimentarios más que objetivos numéricos y deben ser positivas, estimulando la aceptación placentera de ingestas dietéticas adecuadas. De manera que diversos patrones de consumo alimentario pueden ser concordantes con los objetivos de salud.

Las expresiones gráficas de estas guías han sido y son motivo de controversia por diferentes razones. Se trata de plasmar las recomendaciones sin ambigüedad, en un formato que sintonice con los valores culturales prevalentes en la población a la que se dirigen y por supuesto, teniendo en cuenta los hábitos alimentarios y las tradiciones culinarias, usos y costumbres del entorno al que se dirigen.

La pirámide la alimentación saludable

El icono de la pirámide de la alimentación saludable en sus diferentes versiones es uno de los más extendidos en este momento. Entre las ventajas reconocidas a esta representación gráfica cabe mencionar que da una idea completa de la dieta y no de alimentos aislados y traslada tres conceptos importantes, como son: variedad, moderación y proporcionalidad.

Entre las críticas que ha merecido destaca el hecho de que favorece la idea de limitar el consumo de grasas en general, sin tener en cuenta la calidad de la grasa. Al mismo tiempo, promueve la idea de que la base principal de la ingesta energética deben ser los alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, pero sin diferenciar claramente aspectos como el índice glucémico de estos alimentos, el contenido en fibra, vitaminas y minerales de este grupo alimentario.

Combo compuesto por cuatro fotografías de diferentes alimentos propios de la dieta mediterránea: frutas, legumbres, pescado y aceite de oliva

Además, algunos iconos clásicos de la pirámide tampoco diferencian claramente entre los diferentes tipos de carne y otros alimentos como los pescados, huevos, legumbres o frutos secos.

En este sentido, es importante resaltar que la Pirámide de la Alimentación Saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) publicada en 2001 y actualizada en 2004 sí refuerza el concepto de calidad de la grasa e incluye en un lugar bien identificado el aceite de oliva virgen extra como grasa culinaria recomendada, aunque en cantidades limitadas por su naturaleza lipídica y valor energético.

Con motivo de la Expo Mundial de Zaragoza la SENC promovió el documento de consenso sobre Hidratación Saludable para la Población Española donde un decálogo, junto con la Pirámide de la Hidratación Saludable, sugieren diversas directrices para la adecuación del consumo de líquidos en el marco de un estilo de vida saludable.

Las guías americanas

La edición de las guías dietéticas americanas de 2005 modificó el planteamiento original de la figura de la pirámide para incorporar la actividad física y la idea de personalizar las recomendaciones alimentarias (My Pyramid).

En esta revisión se ponía especial acento en la necesidad de adecuar el peso corporal, resaltaban los efectos diferentes sobre la salud de los distintos tipos de grasas (calidad de la ingesta grasa), se prestaba más atención a la idea de reducir la ingesta de azúcares simples que en enfatizar el consumo de hidratos de carbono complejos y resaltar el interés del consumo de cereales integrales. Entre las críticas hacia esta versión destaca precisamente que estas últimas recomendaciones no quedaban suficientemente explícitas y el icono no se entendía con facilidad.

En la última edición por el momento de las Guías Americanas (2010) se ha sustituido la imagen de la pirámide por otro icono, el plato. Se trata de una imagen mucho más sencilla, un plato dividido en cuatro grupos de alimentos que deben consumirse diariamente para mantener una dieta saludable: las verduras y hortalizas; los cereales; proteínas y frutas, por este orden, además de productos lácteos. En esta edición el icono se conoce como “Mi plato”. Esta nueva imagen también ha sido criticada por simplificar excesivamente los mensajes.

Es importante comprender que las guías alimentarias son recomendaciones que deben ser la base de programas de educación alimentaria y nutricional. Estas recomendaciones y orientaciones son dinámicas y requieren procesos periódicos de revisión y actualización en base a los nuevos conocimientos científicos y cambios en las tendencias de consumo. Otro aspecto importante es que deben ser lo suficientemente flexibles para poder adaptarse a las características individuales.

Las guías alimentarias deben acompañarse de planes y estrategias de difusión, sensibilización de la población y proyectos de educación alimentaria y nutricional en distintos ámbitos y contextos (plan de implementación y adopción). Además, también es importante diseñar un plan de evaluación y seguimiento para conocer los resultados de los planes puestos en marcha y en definitiva, cómo han influido las Guías Alimentarias sobre los hábitos de la población y en su capacidad de autogestión.

De acuerdo a las revisiones y actualizaciones más recientes, se tiende a reforzar las raciones recomendadas de hidratos de carbono complejos (cereales de grano entero) especialmente para los alimentos de menor índice glucémico; se modera la recomendación para limitar la ingesta grasa de buena calidad, ajustan a la baja la ingesta proteica, recuerdan la importancia singular de frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos; sugieren una mayor adherencia poblacional a la actividad física gratificante (cuidar el balance energético) e introducen la idea global de sostenibilidad e inquietud medioambiental.