Ministros de la UE abordan la seguridad alimentaria en Milán con el veto ruso de fondo

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) abordaron hoy en Milán la cuestión del reto de la seguridad alimentaria, en un encuentro en el que la Comisión Europea explicó cómo afrontar el veto ruso a importaciones agroalimentarias.

La reunión informal, en la que participó la ministra española Isabel García Tejerina, tenía como objetivo principal el ámbito de la seguridad alimentaria pero no obvió examinar la situación del sector primario tras ese veto.

Los ministros elaboraron hoy un documento que será llevado por Italia y por los Estados europeos a la Expo 2015, que se celebrará en Milán bajo el lema «Nutrir el planeta, energía para la vida».

En ese documento se incluyen los principales retos que la UE afrontará a este respecto en el futuro, dentro y fuera de sus fronteras.

El comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, el rumano Dacian Ciolos, aprovechó la ocasión del encuentro informal para explicar las últimas medidas de Bruselas para paliar los efectos del veto ruso.

Esa decisión causa una pérdida de más de 5.000 millones de euros a dicho sector comunitario al prohibir durante un año las importaciones de productos agroalimentarios procedentes de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia y Noruega por su papel en el conflicto ucraniano.

Tras la retirada el pasado 10 de septiembre de un programa de 125 millones de euros destinado a esquivar la ofensiva mercantil rusa, la CE anunció ayer otro dotado con 165 millones de euros y que asistirá a partir de mañana a los productores europeos de frutas y verduras damnificados por esta situación «política».

El comisario reiteró en rueda de prensa que las ayudas no pueden provenir de otras partidas ajenas a la Política Agraria Común (PAC) debido a «la actual situación de crisis» y porque la CE se afana también en encarar otras situaciones, como la ayuda humanitaria.

En lo que afecta al asunto que les traía a Milán, los ministros pudieron escuchar al ministro anfitrión, el italiano Maurizio Martina, y al director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva.

Martina se refirió al documento que abordaron hoy los ministros sobre la seguridad alimentaria y dijo que servirá para definir lo temas que centrarán la Expo a la que, según recordó el ministro, ya se han adherido 147 países.

En el documento se plantea el modo en el que Europa puede contribuir a desarrollar medidas destinadas a proteger a sus ciudadanos de la inseguridad alimentaria.

Además se aborda el problema del desperdicio alimentario y, en este sentido, el ministro italiano recordó que los ciudadanos europeos tiran en la actualidad cerca de 180 kilos de comida al año por habitante.

En Milán también se analizó la sostenibilidad del modelo agrícola comunitario y se estudiaron acciones más precisas para aprovechar los recursos naturales y los bienes comunes del continente, en concreto las reservas hídricas.

Graziano da Silva calificó el documento de «extraordinario» porque ilustra, a su juicio, el modo en el que la agricultura europea puede contribuir a mejorar la seguridad alimentaria.

Llamó la atención sobre el aumento de hambrientos e indigentes en los últimos años e hizo especial hincapié en los menores de edad que no pueden acceder a la comida.

En segundo lugar, el responsable de la FAO aclaró que seguridad alimentaria no equivale a «alimentación» y criticó el aumento de la obesidad en niños y adultos en determinados países desarrollados.

Por último, abordó el nexo que existe entre la inseguridad alimentaria y los conflictos.

El responsable de la FAO recordó que el organismo que preside celebrará entre el 19 y el 21 del próximo noviembre la II Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), en la que, entre otros, participarán el papa Francisco y la reina Letizia de España.

Fuente: El Economista

El veto ruso hará perder a la industria alimentaria de la UE 5.000 millones de euros anuales

La industria alimentaria de la Unión Europea podría perder 5.000 millones de euros (unos 6.600 millones de dólares) anuales por el veto ruso, apunta un informe de la propia UE. Las restricciones temporales a las importaciones de ciertos alimentos aplicadas por Rusia en respuesta a las sanciones impuestas por Occidente podrían suponer para la industria alimentaria del bloque comunitario unas pérdidas de 5.000 millones de euros al año, indica un documento interno de la UE al que tuvo acceso la agencia Reuters.

El informe, que fue presentado a los comisarios europeos en Bruselas, muestra que las exportaciones totales de alimentos de la UE a Rusia tenían un valor de 11.800 millones de euros (unos 15.500 millones de dólares) en 2013, mientras que los productos que abarca la sanción rusa representaban 5.100 millones de euros (unos 6.600 millones de dólares).

El pasado 6 de agosto, Rusia prohibió la importación de productos alimentarios como la carne de res, cerdo, aves, queso y leche provenientes de la UE, EE.UU., Australia, Canadá y Noruega en respuesta a las sanciones impuestas por Occidente.

Rusia es el segundo mayor mercado de exportación para los agricultores comunitarios y las frutas, las verduras, los productos lácteos y la carne representan casi la mitad de las exportaciones alimentarias del bloque a Rusia.

Alemania, Polonia y los Países Bajos son los tres países más afectados por el embargo. Estas y otras naciones ya sienten el impacto del veto. Por eso, la Comisión Europea, el Ejecutivo de la UE, está buscando maneras de compensar a los agricultores y ganaderos o encontrar nuevos mercados para los alimentos.

Fuente: Negocios