Científicos del IRTA colaboran con la EFSA en la reevaluación de aditivos tecnológicos para piensos

El objetivo de esta reevaluación por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) es asegurar que todos los aditivos para piensos presentes en el mercado de la UE sean evaluados bajo los mismos estándares de seguridad. Un comité científico formado por investigadores del IRTA y miembros de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA) ha realizado un trabajo preparatorio de apoyo.

Los aditivos tecnológicos para piensos se utilizan para mejorar o influir afectar favorablemente en las características del pienso, pero generalmente no tienen ningún efecto biológico directo sobre la producción animal. El procedimiento de autorización de aditivos para piensos, incluidos los aditivos tecnológicos, está establecido por el Reglamento (CE) no 1831/2003. El artículo 10 del Reglamento establece los principios de la reevaluación de los aditivos para piensos que ya están en el mercado en la UE y/o que fueron autorizados bajo el marco normativo anterior.

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Fuente: Agrodigital

 

Métodos de procesamiento que minimizan riesgos alimentarios

La evolución de las técnicas de conservación para prevenir el crecimiento de bacterias, hongos y otros microorganismos ha sido muy significativa en los últimos años. En la conservación de alimentos se combinan procesos térmicos y no térmicos, todos ellos destinados a un mismo fin: minimizar los riesgos provocados por la presencia de patógenos. Entre los procesos no térmicos están la congelación o la irradiación y, entre los térmicos, se sitúan la esterilización y pasteurización, entre otros.El artículo detalla algunas de las principales formas de conservación, desde las más tradicionales a las más actuales, y cuál podría ser el futuro de la conservación de los alimentos.

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Fuente: Eroski Consumer

Acabar con el desperdicio alimentario, clave para alimentar a todos

Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), en el año 2050 la población mundial, que estará alrededor de los 9 000 millones de personas, aumentará el consumo de alimentos de origen animal en un 60 por ciento.

Cómo afrontar el reto de alimentar a la población es un tema recurrente desde hace ya unos años, no solo en congresos y eventos del sector avícola, sino de toda la industria alimentaria.

Será necesario encontrar el equilibro entre aumentar la producción de alimentos y la sostenibilidad de ese aumento de producción, de modo que alimentar a todos no acabe con el planeta ni con los recursos que ofrece.

Acabar con el desperdicio alimentario parece ser que podría ser un factor clave para ayudar en esta tarea.

El desperdicio alimentario en América Latina y el Caribe
El primer Boletín de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en América Latina y el Caribe de la Oficina Regional de la FAO, de julio de 2014, señalaba que el 6% de las pérdidas globales de alimentos se dan solo en esta región.

“Cada año la región pierde o desperdicia alrededor del 15% de sus alimentos disponibles, lo que impacta la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, reduce la disponibilidad local y mundial de comida, generan menores ingresos para los productores y aumentan los precios para los consumidores”, explicó el Representante Regional de la FAO, Raúl Benítez.

Benítez agregó que las pérdidas y desperdicios también tienen un efecto negativo sobre el medio ambiente debido a la utilización no sostenible de los recursos naturales.

Con los alimentos que se pierden en la región sólo a nivel de la venta al detalle –es decir en supermercados, ferias libres, almacenes y demás puestos de venta al por menor – se podría alimentar a más de 30 millones de personas, es decir, al 64% de quienes sufren hambre en la región.

El desperdicio alimentario en el mundo
A nivel global, entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para consumo humano se pierde o desperdicia.

Esto equivale a cerca de 1 300 millones de toneladas de alimentos, lo que incluye el 30% de los cereales, entre el 40 y el 50% de las raíces, frutas, hortalizas y semillas oleaginosas, el 20% de la carne y productos lácteos y el 35 % de los pescados.

La FAO calcula que dichos alimentos serían suficientes para alimentar a 2 000 millones de personas.

Es decir, la reducción del desperdicio de alimentos puede ayudar activamente a aprovechar mejor los recursos disponibles de modo que la tarea de alimentar a la población mundial del futuro sea más sencilla y eficiente, además de respetuosa con el medio natural.

Objetivos: reducir el desperdicio alimentario y acabar con el hambre
La FAO acaba de publicar la segunda edición de ese Boletín de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos. En él, la FAO indica que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha asumido la meta de eliminar el hambre en la región antes del año 2025, por lo que, a través de su Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre, está impulsando una serie de medidas concretas para recuperar alimentos y evitar que acaben en la basura.

Estas medidas incluyen la creación de campañas de información para sensibilizar a todos los actores de la cadena alimentaria, mejoras en la claridad del etiquetado de los alimentos en cuanto a la fecha de expiración y las condiciones de almacenamiento son algunas de las propuestas que incluye el Plan de Seguridad Alimentaria de la CELAC.

La CELAC también llama a los países a aplicar buenas prácticas agrícolas y veterinarias durante la fase primaria de producción, fomentando estrategias de conservación de los productos de la agricultura familiar e implementando mejoras necesarias a las infraestructuras de transporte y del mercado.

En otros lugares del mundo también se está intentando abordar este problema. Como en Francia, que recientemente ha aprobado una serie de medidas que obligan a los supermercados de más de 400 metros cuadrados a no poder tirar a la basura los productos perecederos. En su lugar, tendrán que donar dichos productos a organizaciones dedicadas a la alimentación animal o a la fabricación de abonos agrícolas. La ley entrará en vigor en julio de 2016.

Este tipo de medidas suponen un gran paso en la lucha contra el desperdicio de alimentos. Con pasos como estos se está más cerca de conseguir alimentar a la población mundial de manera más eficiente y sostenible.

Fuente: El Sitio Avícola

Los transgénicos, Europa y un viejo refrán

Los defensores de los alimentos llamados ecológicos no dudan en consumirlos con fruición a pesar de haber sido tratados con nicotina o sales de cobre, que son veneno puro; como razón dicen que «es que son sustancias naturales…», como si «natural» fuera lo mismo que «inocuo». Naturales son la cicuta y el arsénico y no cocinen con ellos… «Natural» y mortal es la oronja verde, y nunca, lector, pida que le hagan un revuelto con ella a no ser que esté muy cansado de la vida. Un poderoso veneno de peces es la rotenona, sustancia «natural» utilizada como insecticida en agricultura ecológica hasta que afortunadamente se prohibió en 2007 por daño ambiental. Y, sin embargo, es muy curioso lo que pasa con los organismos modificados genéticamente, los «transgénicos», peligrosísimos según los ecofundamentalistas a pesar de ser los más analizados para garantizar su seguridad que hayan existido jamás… En fin…

Más curiosidades: los diabéticos, incluso los mayores detractores de los productos transgénicos, han de inyectarse insulina, como es bien sabido, a pesar de que toda la existente es insulina humana producida por microorganismos transgénicos. Pero no verá nadie una manifestación pidiendo que se prohíban ni la insulina ni el sinfín de tantas otras medicinas, detergentes, prendas de algodón, billetes de euro… todo plenamente satisfactorio sin un solo dato en contra tras un tercio siglo de uso general y continuado.

Pues bien, sin que exista una razón poderosa, los políticos europeos instituyeron un procedimiento de aprobación tan complejísimo que hace que la comercialización de un nuevo producto transgénico llegue a ser prohibitiva para las empresas tanto privadas como públicas: el coste medio de cada una de ellas es de unos diez millones de euros. Y no sólo es eso: es la reticencia a la aprobación en sí misma. La Unión Europea creó un organismo formado por excelentes científicos (la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) para estudiar cada propuesta de nuevo producto y aconsejar a la autoridad competente su aprobación o rechazo. El estudio conlleva análisis bioquímicos, nutricionales, de toxicidad, alergenicidad, oncogenicidad, posibles efectos ambientales (un seguimiento mínimo de cinco años) y de cuantos otros se soliciten. Y aun así, el retraso en las aprobaciones con todos los informes positivos llega a superar fácilmente los cinco y en ocasiones sobrepasa los diez años. El lector se preguntará: «Si los informes científicos y técnicos de la Agencia establecida por la UE para ello son favorables ¿por qué ese bloqueo?» La razón la dio el Comisario europeo de Agricultura en 2006, no sé si malévola o inocentemente: «La autorización de nuevos OMG en la UE se basa en criterios científicos, pero este procedimiento no se acepta políticamente…».

Pero, ¡ay!, que esta actitud conlleva contrapartidas penosas. Los demás países -y entre esos «demás» hay ya tantos de los llamados «en desarrollo» (Brasil, China, India…) como «desarrollados» (EEUU, Canadá, Australia…)- han seguido moviéndose. Exigiendo las mismas pruebas que en Europa, los trámites a seguir no están destinados al bloqueo sino a poner en circulación cuanto antes un producto seguro. Y así, cada año aumenta el número de cultivos con variedades transgénicas y el de tales variedades en cada cultivo, resolviendo problemas concretos de resistencia a insectos, a enfermedades, a ambientes adversos o a obtener productos industriales. Lamentablemente, para Europa, una parte importante de esos cultivos se destinan a alimentación humana y a pienso del ganado, pero no se pueden aprobar aquí por el absurdo sistema establecido… ¿Qué hacer, Dios mío, si en nuestros lares no se puede producir el pienso no transgénico necesario ni se puede aprobar el cultivo de las variedades que ya están comercializadas en Brasil, Argentina, EEUU…? Ah, pues muy sencillo, una solución genial: se aprueba la importación de productos transgénicos para pienso y alimentación pero no su cultivo… ¡Fantástico…! O sea, que podemos comerlos, pero no cultivarlos… Y encima dicen que pretenden mantener al agricultor en el campo en una Europa verde…

La última hazaña ha sido la aprobación, en el pasado mes de abril, tras año y medio de parálisis total, de 17 variedades de maíz, soja, colza, algodón y dos de clavel, pero salvo dos renovaciones de sendas variedades de maíz, todas las restantes son para importación, no para cultivo. Todas ellas habían superado los controles científicos de seguridad de la EFSA; la propia Comisión Europea reconoce que «todos los OMGs autorizados por la UE han demostrado ser seguros antes de su puesta en el mercado europeo». Y, por supuesto, los productos estarán sujetos a las normas de etiquetado y trazabilidad europeas.

¿Puede alguien explicar la lógica de esta sabia decisión, importar pero no cultivar? Un dicho popular bien conocido nos dice que «quien con sus manos se capa, buenos coj… se deja…». Ay, Europa… ¿dónde estarán ya los tuyos…?

Fuente: Diario de Sevilla

Unión de Consumidores de Cádiz presenta su Decálogo de Seguridad Alimentaria

Miguel A. Ruiz, presidente de la Unión de Consumidores de Cádiz ha señalado que, dentro de la labor de información que tienen en la organización, se ha lanzado, dentro de una campaña global de la materia, en un primer paso se hace público para los consumidores.

Así, a través de estas recomendaciones, desde la Unión de Consumidores de Cádiz señalamos:

  1. Debemos exigir información, seguridad e higiene en los establecimientos relacionados con el sector alimentación y hostelería
  2. Se deben consumir productos debidamente etiquetados
  3. Debemos controlas las fechas de caducidad o consumo preferente
  4. Solo debemos comprar productos que garanticen su control y trazabilidad
  5. En productos congelados, debemos mirar que no se haya roto la cadena del frío
  6. Debemos evitar las contaminaciones cruzadas
  7. Infórmese sobre los aditivos del producto y sobre lo que se exprese sobre alergias y composición del producto. Así la información debe ser clara y comprensible y afecta tanto al etiquetado de productos como en la información a consumidores en establecimientos de hostelería
  8. Analice la publicidad del producto. No se deje llevar por la misma en cuanto a determinadas condiciones beneficiosas para la salud y el consumo de alimentos
  9. Consuma en establecimientos que garanticen una correcta seguridad alimentaria. Debemos evitar la venta ambulante ilegal
  10. Reclame y denuncie en el caso de que vea algún tipo de irregularidad

Así, desde este punto de vista, queremos informar tanto a consumidores y usuarios dentro de esta Campaña que tratará temas tan importantes como el etiquetado de productos de la alimentación, consejos de conservación de alimentos, etc.

Ruiz ha destacado la importancia de la información en materia de alimentación, señalando que hay una responsabilidad compartida en la materia que abarca desde las Administraciones Públicas, las empresas y profesionales del sector, los Colegios Profesionales, asociaciones con interés en la materia y, por supuesto, las asociaciones de consumidores.

Así considera esencial establecer un Foro Permanente sobre la materia con el fin de obtener una información con la debida formación y asesoramiento, que de conocimiento transparente sobre la materia y, en casos de crisis alimentarias, conlleve compartir información desde todos los puntos de vista.

Fuente: El Baluarte de Cádiz

La alimentación que hace furor en Silicon Valley

¿Qué le parecería decirle adiós a las tostadas del desayuno, los macarrones y el bistec de la comida y a la plancha de la cena? Sin duda se ahorraría el tiempo y el esfuerzo de ir a comprar los alimentos y, después, prepalarlos. Pero quizá también el placer de degustar los sabores de los platos. Esto último parece no pesar mucho en la balanza de los trabajadores de San Francisco, concretamente los de las empresas tecnológicas de Silicon Valley. Según explica ‘The New York Times’, la nueva moda entre ingenieros y desarrolladores informáticos son los batidos de proteínas. Ahorran tiempo y dinero (y además son ‘cool’).

Los empleados de aquellas empresas aseguran que así obtienen todos los nutrientes y pueden estar más concentrados y apurar más horas en sus puestos de trabajo. Uno de ellos, que explica que su jornada va desde las 06.30 hasta las 19.00 horas, asegura que consume diaramente dos jarras de esas bebidas. Y nada más.

FÁCILES DE PREPARAR
Ese tipo de bebidas resultan más baratas y más fáciles de preparar que un menú normal (el consumo semanal de estos batidos no alcanza los 80 euros, poco, si con esto se desayuna, se come y se cena).

El boom, explica el reportaje, empezó hace dos años. Y hoy en día llegan toneladas de polvo nutritivo a Silicon Valley.

Entre otras marcas, está muy extendida la de Soylent, pero también otras como People Chow o Schmilk.

HASTA CON OMEGA 3
Soylent, cuyo eslogan es «Simple, saludable y económico alimento», permite desdes su página web hacer pedidos para estar bien alimentado por una, dos y hasta cuatro semanas. ¿Las ventajas? Aseguran que el batido se prepara en tres minutos, que por menos de 8 euros consigues la alimentación de todo el día, con todos los nutrientes necesarios. Esto es, carbohidratos, Omega 3, magnesio, hierro, proteínas lácteas, fibra, calcio, ácidos grasos, potasio, zinc y toda clase de vitaminas.

La bebida que contiene 35 nutrientes. Se basa en maltodextrina, proteína de arroz, harina de avena, aceite de colza y de pescado y una mezcla de vitaminas y minerales.

El artífice de Soylent es Rob Rhinehart, un ingeniero de ‘software’ y empresario, que un día, cuando no tenía dinero para comer fuera de casa ni tampoco tiempo para cocinar se puso a pensar en la fórmula perfecta de sus batidos de proteínas. Se empolló los libros de nutrición (sobre todo la ‘Bioquímica’ de Berg) y las leyes sobre alimentación de EEUU. Así dio con la serie de ingredientes básicos que proveen al cuerpo humano de las calorías y nutrientes necesarios para afrontar una dura jornada de trabajo. Para demostrar que su ‘fórmula Panoramix’ ‘comió’ durante un mes a base de sus batidos amarillos.

Hoy, además de la fórmula normal, el batido de moda en Silicon Valley también se comercializa en versión ‘light’ y para deportistas.

Los polvos ocres mezclados con agua dicen que no tienen mal sabor, aunque tampoco es un plato ‘gourmet’. Para algunos médicos su uso exclusivo es discutible. Pero la mezcla tiene la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU, que lo considera como alimento y no como un mero complemento nutricional.

Fuente: El Periódico de Catalunya

¿Qué sabes de las marcas blancas?

La crisis ha obligado a los ciudadanos a reinventar sus hábitos de consumo y a buscar estratagemas para ahorrar en el día a día. Las marcas blancas, es decir los productos propios de las cadenas distribuidoras, han entrado en el radar del consumidor y han irrumpido con fuerza en su estrategia de abaratamiento de costes. Su cuota de mercado ha avanzado de manera consistente gracias al voto de confianza de los españoles, quienes han premiado la buena relación calidad-precio de estos artículos y los han convertido en paliativos contra la escasez económica. Pese a este crecimiento en el mercado y penetración cada vez mayor en los hogares, ¿crees que conoces de verdad los productos de marca blanca que llenan tu carrito de la compra?

Lo puedes comprobar con este test; y si quieres saber más, pincha en el enlace que aparece en cada una de las 10 preguntas para obtener más información.

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Fuente: El País

La globalización del mercado alimentario aumenta el riesgo de crisis alimentaria

Un estudio desarrollado por expertos de la Universidad de Virginia (Estados Unidos), concluye que la globalización del mercado alimentario ha provocado que el suministro de alimentos sea más susceptible a las fluctuaciones ambientales y de mercado, por lo que aumenta el riesgo de crisis alimentaria. Se apunta además que el equilibrio de la oferta mundial de alimentos se vuelve cada vez más inestable a medida que aumenta la población y la demanda.

Los expertos explican que durante las últimas décadas se ha intensificado el comercio internacional de alimentos, así como el número de países que dependen de las importaciones alimentarias. Las crisis alimentarias han surgido a consecuencia de laglobalización alimentaria, han aparecido problemas en las producciones locales de alimentos, se adquiere el mismo producto que se produce en el país a otros países, dejando a un lado el producto nacional, se adoptan nuevas políticas regionales o nacionales en cuestiones de comercio y energía, etc.

El estudio ha analizado los parámetros citados con el fin de poder evaluar cómo influye el comercio internacional en la seguridad alimentaria mundial, se concluye que depender de la comercialización de alimentos de otros países ha provocado que el sistema alimentario a nivel mundial pierda la capacidad de recuperación y sea más inestable y susceptible a las condiciones de crisis. En la investigación se evaluó la disponibilidad del suministro de alimentos en más de 140 países con poblaciones superiores al millón de habitantes, y se ha constatado que los problemas de seguridad alimentaria son cada vez más sensibles a pequeños cambios como el crecimiento de la población.

La demanda de alimentos a nivel mundial es cada vez mayor, por lo que también se incrementa la presión en los recursos cada vez más limitados, como las tierras de cultivo y el agua del planeta, en dicha presión se sustenta la preocupación por la seguridad alimentaria a nivel mundial, así como la sensibilidad a las perturbaciones causadas por las fluctuaciones ambientales, las políticas comerciales y la volatilidad de los mercados. Se pueden citar muchos ejemplos ¿cómo influye en el mercado mundial una mala cosecha de trigo en Rusia? ¿Qué ocurre cuando un país productor de un determinado alimento, está importando el mismo alimento de otros países?, véase el caso de la patata española y la patata francesa.

Lo cierto es que durante las últimas décadas se ha incrementado notablemente la dependencia de los alimentos que se producen en otros países, algunos son conscientes de ello y quieren cambiar la situación, se puede citar el caso del Reino Unido, en el año 2013 se anunciaba un plan para reducir la dependencia alimentaria, la idea era reducir las importaciones de alimentos y bebidas, y aumentar el consumo de productos elaborados en el país, de ello hablábamos aquí. Según los expertos del estudio, una cuarta parte de los alimentos que comemos están disponibles gracias al comercio internacional, esta globalización alimentaria puede contribuir a la propagación de los efectos de las perturbaciones locales en la producción de alimentos a nivel mundial.

Como información complementaria sobre el tema de la globalización, merece la pena leer este post en el que Jerry Mander, presidente del Foro Internacional sobre la Globalización, habla sobre la globalización alimentaria y los medios de comunicación. El experto explica el control que los medios ejercen sobre los consumidores y su capacidad de decisión, concluye que la globalización de la producción de alimentos es una de las causas por las que el hambre aumenta en el mundo.

Volviendo a la investigación de los expertos de la Universidad de Virginia, uno de los máximos responsables de la investigación, el Profesor Paolo D’Odorico, explica que utilizó un modelo informático que barajó datos sobre registros demográficos específicos de cada país, la producción alimentaria y los datos de comercio de los últimos 25 años, con el propósito de evaluar la estabilidad y la reactividad de la relación entre la dinámica de la población y la disponibilidad alimentaria. El software reconstruyó la red global alimentaria entre los años 1986 y 2011, teniendo en cuenta las limitaciones de la disponibilidad de alimentos a través de las producciones nacionales y el comercio exterior, también utilizaron un modelo del crecimiento poblacional. Con toda esta información, analizaron la respuesta a las perturbaciones como las fluctuaciones ambientales y de mercado.

Los resultados muestran mayor complicación para acceder a los alimentos y mayor riesgo de que se produzca una inestabilidad, siendo los países que dependen en gran medida del suministro de alimentos proporcionado por otros países, los que son más susceptibles de sufrir las consecuencias de los problemas que puedan tener los países exportadores. Con todos los datos obtenidos, los investigadores concluyen que a medida que la globalización alimentaria se incrementa, algunos países son más susceptibles de tener que afrontar una crisis. Quizá es necesario, en lo que respecta a la producción de alimentos a nivel nacional, volver a los tiempos del proteccionismo e intentar alcanzar la autosuficiencia alimentaria para evitar sufrir las consecuencias de estas crisis.

¿Cuántos alimentos producimos en España que son de calidad, y sin embargo en los mercados encontramos los mismos alimentos producidos por terceros países?, una de las consecuencias es el abandono de las producciones a nivel nacional, incrementando aún más la dependencia alimentaria de terceros países, si estos países tienen algún problema, quienes sufrirán en mayor medida las consecuencias serán los consumidores españoles. El estudio es interesante, podéis conocer más detalles a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Virginia, y en este artículo publicado en la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).

Fuente: Gastronomía & CIA

Los posos del café tienen hasta 500 veces más capacidad antioxidante que la vitamina C

En un trabajo de investigación publicado en la revista Food Science and Technology, científicos de la Universidad de Granada (UGR) y de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC) han evaluado las propiedades biológicas de los subdproductos derivados de las empresas productoras de café, como los posos de café (PC) o el coffee silverskin(CS), conocido en español como ‘cascarilla’.

El sector del café es una pieza clave dentro de la economía mundial, tanto por el volumen de producto vendido como de beneficios económicos. Las empresas productoras de café generan al año más de 2.000 millones de toneladas de los subproductos señalados. Estos productos son muy ricos en fibra y compuestos fenólicos, todos ellos compuestos beneficiosos para la salud humana.

“También son ricos en unos compuestos pardos, que dan lugar al color del café, conocidos como melanoidinas (M), las cuales presentan diversas propiedades biológicas interesantes para los humanos”, explica José Ángel Rufián Henares, profesor del departamento de Nutrición y Bromatología de la UGR y autor principal de este trabajo.

Sin embargo, en la actualidad todos estos subproductos no se reutilizan en la industria, y se arrojan a los vertederos, donde desarrollan una elevada actividad tóxica a nivel medioambiental. Ahora, el nuevo trabajo se ha centrado en evaluar diversas propiedades biológicas de dichos subproductos, de forma que se pudieran reutilizar para elaborar alimentos funcionales con propiedades beneficiosas para la salud humana.

Tras someter a los PC, CS y M a digestión ‘in vitro’ (digestión que simula todo el proceso digestivo humano), los investigadores evaluaron su actividad prebiótica (donde se determina si los compuestos estudiados son capaces de favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas para el organismo humano como las Bifidobacterias o los Lactobacilos).

También su actividad antimicrobiana (donde se determina su capacidad para disminuir el crecimiento de bacterias perjudiciales para los humanos en diversos alimentos, como el Staphiloccocus aureus o Escherichia coli) y su actividad antioxidante (donde se evalúa la reducción de los radicales oxidantes que se generan en el organismo, causantes del envejecimiento o patologías como la diabetes o el alzheimer).

Los investigadores demostraron así que tanto los posos de café como la ‘cascarilla’ presentan una elevada actividad prebiótica, aunque las melanoidinas suprimen dicha actividad. Además, las melanoidinas muestran una actividad antimicrobioana muy elevada, y tanto los PC, como el CS y las M mostraron una actividad antioxidante muy elevada, hasta 500 veces superior a la vitamina C.

Mayor actividad en el café torrefacto

Rufián Henares destaca que la actividad antimicrobiana y antioxidante del café “fue mayor en el torrefacto, café que se elabora adicionando azúcar durante el proceso de tostado, ya que se generó una mayor cantidad de M”.

Como resumen, los autores afirman que tanto los PC, CS y M son subproductos de la industria cafetera que se pueden reutilizar para elaborar alimentos más saludables para los humanos. “Si queremos potenciar la actividad prebiótica de dichos alimentos, habría que eliminar primero las M, aunque éstas podrían adicionarse a otros alimentos para incrementar su vida útil gracias a su elevada actividad antimicrobiana», concluye Rufián Henares.

El Ministerio de Economía y Competitividad acaba de conceder a este grupo de la UGR un proyecto de investigación dentro del Programa estatal de I+D+i orientada a los retos de la sociedad, precisamente para estudiar durante cuatro años las formas de revalorizar estos subproductos de la industria cafetera. 

La CE fija como prioridad preparar la respuesta a posibles crisis alimentarias

La Comisión Europea (CE) se ha fijado como prioridad seguir desarrollando los instrumentos para responder a nivel europeo a posibles crisis alimentarias, según ha explicado el titular europeo de Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, en una carta dirigida a los ministros europeos de Agricultura.

Según el documento, que el comisario ha publicado hoy en la red social Twitter, Bruselas quiere dar prioridad «a distintas iniciativas para garantizar que las herramientas» que utilizan «diariamente» para mantenerse «preparados y vigilantes» les «permiten a la CE y a los países» comunicarse «y cooperar de la manera más eficiente en caso de crisis».
En los últimos años, la necesidad de seguir trabajando en ese ámbito se puso de manifiesto con escándalos como el brote de la bacteria «E.coli» en 2011, que afectó sobre todo a los productores de pepino en España, o el fraude ocurrido en 2013 con la carne de caballo etiquetada como de vacuno.

Andriukaitis dice que, ya sea un asunto de seguridad alimentaria, un riego para la salud animal o vegetal o una práctica fraudulenta, «la clave de una gestión de crisis con éxito a nivel europeo radica en el despliegue eficiente y a tiempo de la cooperación entre los afectados».

Por otra parte, el comisario menciona la necesidad de debatir con los países un «enfoque estratégico» sobre las herramientas de control para garantizar que los productos agroalimentarios de terceros países cumplen las mismas reglas que se aplican a los europeos.

Para ello propone trabajar a partir de la legislación ya existente y reforzar las reglas sobre controles oficiales, un asunto que ahora es objeto de negociación a nivel europeo.

«No podemos permitir la situación de que productos más baratos y que incumplen, procedentes de terceros países, dañen el nivel de protección y la confianza de los consumidores y los negocios que respetan la ley», según el comisario.

Otra de las prioridades del comisario es la revisión de la legislación sobre los transgénicos, un asunto ya avanzado gracias a la adopción el pasado marzo de una directiva que da más libertad a los países para autorizar o prohibir esos cultivos.

En los próximos meses, el debate se centrará sobre cómo dar una propuesta al uso de los transgénicos en alimentos o piensos.

La definición de una normativa sobre los disruptores hormonales o endocrinos, las iniciativas para frenar la resistencia antimicrobiana, y la salud animal serán otros de los objetivos del comisario, según añade la carta.

Fuente: El Diario