La UMH dedica una conferencia al color de los alimentos

“El color de los alimentos” es el título de la conferencia que ha organizado el Museo Didáctico e Interactivo de Ciencias de la Vega Baja (MUDIC), ubicado en la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) de la Universidad Miguel Hernández (UMH). El miembro del Grupo de Industrialización de Productos de Origen Animal (IPOA) y catedrático del Área de Tecnología de los Alimentos de la UMH, José Ángel Pérez Álvarez, impartirá esta conferencia, que tendrá lugar mañana miércoles, 22 de abril, a las 19:30 horas, en el aula 2.4 del edificio Casa del Paso del campus de Orihuela. La entrada es libre, limitada al aforo de la sala.

Durante la conferencia, que se enmarca dentro de las actividades que organiza el MUDIC con motivo del Año Internacional de la Luz, el profesor de la UMH José Ángel Pérez Álvarez explicará los motivos por los que el color es el principal atributo de calidad que usan los consumidores a la hora de elegir un alimento u otro. Coloquialmente se utiliza la expresión “comemos con los ojos”, sin embargo, el color es algo más. La formación del color en un alimento se debe a la interacción de la luz con el producto y es por ello por lo que debe estudiarse desde un punto de vista físico, químico, fisiológico y psicológico. Todos estos aspectos se detallarán con ejemplos que sean de interés para el consumidor. El ponente expondrá en esta conferencia la manera en la que el color es indicativo, de forma directa o indirecta, de ciertas propiedades fisiológicas (madurez), sensoriales (más apetecible y sabroso), nutritivas (más contenido en fibra dietética) e incluso sanitarias (alteraciones causadas por el deterioro microbiano).

Desde un punto de vista científico-tecnológico, el color, también, juega un papel clave en la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I) de los alimentos. El manejo en la combinación de colores es tan importante que puede llegar a depender de los mismos el éxito o el fracaso de un nuevo alimento.

Fuente: El Periodic

Field Food, pulsos eléctricos de alto voltaje y alimentos mejor conservados

La tecnología de pulsos eléctricos de alto voltaje constituye una solución innovadora para el procesado de los alimentos. Fieldfood, el primer proyecto coordinado por la Universidad de Zaragoza dentro del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, se propone validar y demostrar la eficacia de esta tecnología en vino, aceite, tomate, zumos de frutas y sidra.

El procesado con esta nueva tecnología no térmica consiste en la aplicación intermitente de campos eléctricos de alto voltaje (0,5-30 kV/cm) y de una duración de la millonésima parte de un segundo a un alimento colocado entre dos electrodos. Este tratamiento provoca un fenómeno llamado electroporación: se forman poros en las membranas de las células microbianas y de los alimentos.

La electroporación de las membranas de los microorganismos los inactiva a temperaturas inferiores a las utilizadas en el procesado térmico, lo que prolonga el tiempo de conservación del alimento. Además, se obtienen alimentos sanitariamente seguros sin que el calor perjudique sus propiedades sensoriales y nutritivas.

Muchas operaciones de la industria alimentaria están basadas en la extracción de componentes localizados en el interior de las células. Por ejemplo, los compuestos fenólicos responsables del color, propiedades sensoriales y efectos beneficiosos para la salud del vino tinto deben extraerse del interior de las células de la piel de la uva; el aceite, de las de la pulpa de las aceitunas. La formación de poros en las membranas celulares mediante un tratamiento de pulsos eléctricos de alto voltaje facilita la extracción de estos componentes, reduciendo costes energéticos.

La aplicación de esta tecnología en la industria alimentaria es aún limitada. En el marco de Fieldfood se realizarán demostraciones industriales de su viabilidad para mejorar la calidad de los alimentos, optimizar su procesado, reducir costes energéticos e introducir nuevos alimentos en el mercado.

¿Qué tecnologías no térmicas de procesado existen?

Las tecnologías no térmicas están siendo ampliamente investigadas en el área del procesado de los alimentos en las últimas décadas. El concepto ‘no térmico’ hace referencia a un grupo de técnicas cuyos efectos sobre los alimentos son similares a los que provoca el calor, pero cuyo proceso se realiza a temperaturas inferiores a las de los tratamientos térmicos. Son más respetuosas con el medio ambiente que las tecnologías tradicionales y permiten eliminar el efecto negativo que tiene el calor sobre las propiedades sensoriales y nutritivas de los alimentos. Estas tecnologías son muy atractivas para la industria alimentaria, ya que con ellas se puede mejorar la calidad de los alimentos y reducir costes energéticos y el impacto ambiental del proceso.

Las altas presiones hidrostáticas, los pulsos eléctricos de alto voltaje, los ultrasonidos, la luz ultravioleta, los pulsos de luz y el plasma frío se encuentran entre las tecnologías no térmicas más investigadas. Dichas tecnologías se encuentran en distinto grado de desarrollo siendo, por el momento, las altas presiones hidrostáticas y los pulsos eléctricos de alto voltaje las que se están aplicando ya en la industria alimentaria. Mientras que la tecnología de los pulsos eléctricos de alto voltaje permite la pasteurización de alimentos líquidos y mejora la extracción de compuestos intracelulares de interés, las aplicaciones de las altas presiones hidrostáticas se centran en la inactivación de microorganismos patógenos y en prolongar el tiempo de conservación de los alimentos. En el supermercado se venden ya zumos de frutas, jamón cocido y serrano loncheado, salsas o platos precocinados tratados a presiones 5.000 veces más elevadas que la presión atmosférica.

¿En qué otros campos se usa esta técnica?

Los poros provocados por los pulsos eléctricos de alto voltaje en las membranas celulares pueden ser reversibles o irreversibles. La electroporación reversible mantiene la viabilidad de las células. Se consigue aplicando tratamientos de baja intensidad que abren poros en la membrana celular que se vuelven a cerrar una vez que cesa el tratamiento. Cuando los tratamientos son más intensos, la electroporación es irreversible, los poros se mantienen abiertos tras el tratamiento y las células mueren. La electroporación reversible es un procedimiento utilizado en el campo de la biología molecular para poder acceder al citoplasma de la célula con objeto de introducir o extraer ‘in vivo’ oligonucleótidos, plásmidos, anticuerpos, etc. En la actualidad, la electroporación reversible es un método novedoso en el campo de la medicina para introducir medicamentos dentro de células tumorales (electroquimioterapia). La electroporación irreversible también se está investigando como técnica para la destrucción directa de células tumorales (electroablación).

¿Ya hay alimentos procesados de esta forma?

Desde hace alrededor de cinco años han aparecido en el mercado distintos alimentos procesados por pulsos eléctricos de alto voltaje. Las principales aplicaciones de esta tecnología son la pasteurización de zumos de frutas y el tratamiento de patatas para la fabricación de patatas congeladas para freír.

En el área del procesado de zumos de frutas, los equipos industriales tienen una capacidad de hasta 8.000 litros/hora, con unos costes de producción de alrededor de 0,01 euro/litro. El tratamiento prolonga el tiempo de conservación en refrigeración de los zumos hasta tres semanas garantizando un producto sanitariamente seguro y con unas propiedades sensoriales y nutritivas similares a las de un zumo recién obtenido.

En el campo de la elaboración de patatas congeladas para freír, los equipos industriales tienen una capacidad de hasta 50 toneladas/hora. La electroporación de las células de las patatas las ablanda, reduciendo costes energéticos en el proceso de cortado, provoca que se produzcan menos mermas por roturas de las piezas de patatas cortadas durante su manipulación y se reduce el consumo de aceite en el proceso de prefritura previo a la congelación.

Fuente: Heraldo

Investigaciones de 3,2 millones en alimentación

Con el objetivo de incorporar innovación en el sector y mejorar la competitividad de las empresas, el Centro de Tecnología de Alimentos de Soria sigue considerando como tarea fundamental fomentar las actuaciones de colaboración con compañías de la zona que quieran aprovechar la disponibilidad tecnológica del centro para poder aplicar la información disponible a sus procesos productivos.

El presupuesto para desarrollar los proyectos en los que se lleva trabajando desde 2007, incluida la consolidación del centro, superan los 3,2 millones de euros.

Este centro está adscrito al Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA). Desde su puesta en funcionamiento, hace siete años, ha conseguido consolidarse y desarrollar proyectos de especial interés en sectores alimentarios estratégicos para la provincia como es el porcino o los hongos.
Así, trabaja en el proyecto ‘listeria cero’, para eliminar esta bacteria del jamón curado, o en el de extracción y purificación de compuestos bioactivos presentes en hongos comestibles para evaluar su actividad antibacteriana e inmunomoduladora.

Pero también ha participado en un proyecto para el desarrollo de nuevos productos enriquecidos derivados de la transformación del foie gras de patos criados en Castilla y León o en otro para la conservación de las poblaciones de Boletus edulis y de su diversidad en zonas productoras sometidas a explotación micológica. Igualmente, desarrolló un proyecto sobre la composición funcional de setas y legumbres con posibles propiedades antiinflamatorias, entre otros trabajos.

Está previsto continuar los trabajos que permitan concluir los proyectos en curso y las actuaciones derivadas de los futuros proyectos que se puedan presentar por grupos de investigación de otros centros con la colaboración del personal investigador del Centro de Tecnología de los Alimentos de Soria y que puedan ser financiados con fondos públicos y privados.

Así mismo, se reforzarán las bases de colaboración entre el INIA y la Universidad de Valladolid en el desarrollo de actividades de interés mutuo para ambas partes.

Fuente: Diario de Soria

La seguridad alimentaria de los niños mejora si las madres tienen poder y educación

El acceso de las madres a recursos sociales y económicos determina la seguridad alimentaria en los hogares con niños de Nicaragua, según publica un amplio estudio llevado a cabo en la ciudad de León, la segunda más importante del país, y publicado en la revista Public Health Nutrition.

Si las mujeres tienen en sus manos los recursos necesarios porque contribuyen a los ingresos económicos de la unidad familiar o porque los gestionan, los habitantes de la casa, y los niños en particular, tienden a cubrir sus necesidades nutritivas mejor que si todo depende de los hombres.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su siglas en inglés) define la seguridad alimentaria como la situación en que las personas tienen “acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana”.

Para medir un concepto tan abstracto, los investigadores se han fijado en una nueva medida recientemente validada, la escala latinoamericana y caribeña de seguridad alimentaria (ELCSA). “Está basada en una medida estadounidense sobre percepción de inseguridad alimentaria que sirve de referencia para todas las regiones del mundo”, explica Kammi K. Schmeer, investigador del departamento de Sociología de la Universidad Estatal de Ohio (EU).

Así, un miembro del hogar informa sobre sobre la frecuencia en la que se ha preocupado por la falta de alimentos en los tres últimos meses, si su dieta ha sido saludable o si niños y adultos han pasado hambre por falta de recursos económicos.

El estudio contabilizó más de 400 hogares de la ciudad de León en los que había niños de entre 3 y 11 años. En el 25 por ciento de los casos se detectaron problemas graves de inseguridad alimentaria, mientras que aproximadamente la mitad ofrecían un nivel medio y solo un 25 por ciento tenía unas condiciones de alimentación adecuadas.

Al analizar pormenorizadamente los datos, los investigadores descubrieron que si las madres contribuyen significativamente a los ingresos del hogar, las probabilidades de tener una situación grave descienden un 34 por ciento con respecto a si es su pareja el principal proveedor de la familia. Además, si las madres gestionan el dinero del hogar, las probabilidades de inseguridad alimentaria caen un 60 por ciento.

Independientemente de su acceso a los recursos económicos, la educación de las mujeres también se revela como un factor esencial. Por ejemplo, las probabilidades de inseguridad alimentaria en un hogar descienden un 48 por ciento cuando han cursado enseñanza secundaria.

“Las mujeres más educadas tienen mayor poder dentro del hogar para tomar decisiones, más capacidad para obtener trabajo o recursos para el transporte y el cuidado de los niños, así como el contacto con redes sociales de mayor calidad, básicamente, otras mujeres que también tienen un alto grado de alfabetización”, asegura el investigador.

Razones de la diferencia

“Las mujeres siempre han sido reconocidas como la clave para la salud y el bienestar infantil en países con ingresos medios y bajos”, señala Schmeer. Los científicos le encuentran varias explicaciones posibles relacionadas con el rol femenino. Por ejemplo, “las mujeres y las madres en particular tienen una responsabilidad social con respecto al bienestar infantil que le hacen ser más conscientes de las necesidades de protección de los niños que los hombres”, comenta.

Otra posible explicación está en su mayor participación en las actividades relacionadas con los alimentos, como comprar, cocinar y servir la comida, lo que hace que observen la ingesta diaria de los niños y, por lo tanto, conocer con mayor exactitud sus necesidades nutricionales. “Esto las hace más capaces de tomar decisiones sobre la asignación de recursos relacionada con el consumo de alimentos”, apunta el sociólogo.

La ciudad adecuada para el estudio

La elección de la ciudad de León para este estudio no es casual, ya que cuenta con el único centro de investigación en América Latina que ha establecido un sistema de salud y vigilancia demográfica (HDSS, por sus siglas en inglés). Es el Centro de Investigación en Demografía y Salud (CIDS), vinculado a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en León (UNAN-León), una importante herramienta para realizar este tipo de estudios.

Para Schmeer, las consecuencias de este estudio están claras. Además de tener el rol de cuidadoras, las madres tienen importantes funciones sociales y económicas y las sociedades que dejan a la mujer en desventaja económica, social o política “lo hacen a costa del bienestar infantil”. En próximas investigaciones, espera poder abordar la relación de la inseguridad alimentaria con la salud tanto materna como infantil.

Fuente: Investigación y Desarrollo

Seguridad alimentaria encabeza preocupaciones del público para sesiones políticas anuales de China

Una encuesta concluyó que la seguridad alimentaria se ha convertido en la mayor preocupación del público, coincidiendo con la inauguración de la temporada alta política de China, durante la que se discutirán los objetivos de desarrollo y las reformas para el próximo año.

Según el sondeo publicado por el Diario de la Juventud de China en su edición de este miércoles, el 77,3 por ciento de los encuestados señalaron que el tema de la seguridad alimentaria es la cuestión más importante en cuanto a la calidad de vida, durante las sesiones anuales del máximo órgano legislativo y el máximo órgano asesor político del país.

La Tercera Sesión del XII Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino se inauguró ayer martes en Beijing. La Tercera Sesión de la XII Asamblea Popular Nacional comenzará mañana jueves.

Los precios de los productos básicos y la vivienda, la atención médica, las pensiones, la calidad del aire y los atascos de tráfico también se encuentran entre los temas más discutidos, de acuerdo con la encuesta, que se realizó entre 2.196 personas.

El desarrollo político y económico del país ha atraído la atención pública durante las dos sesiones.

Alrededor del 61,3 por ciento de los participantes en el sondeo dijeron que la campaña anticorrupción del país era su máxima preocupación entre los asuntos políticos y económicos, mientras que el 61,2 por ciento de ellos indicaron que la reforma económica debe ocupar el primer lugar de la agenda de las dos sesiones.

Otros temas candentes incluyen la protección medioambiental, el sistema legal, la política de planificación familiar y la reforma de la urbanización.

Fuente: CRI Online

Las tendencias en la alimentación para el 2015

«El paso de las etiquetas «limpias» a las etiquetas «claras» es una tendencia clave para el 2015, lo que refleja el paso a reivindicaciones claras y sencillas para la máxima transparencia», informa Lu Ann Williams, Director de Innovación de Innova Market Insights. «Satisfacer las necesidades de los consumidores del Milenio se ha convertido en un elemento clave, así como focalizar las demandas del consumidor gourmet en casa, transfomar la ingeniería del mercado de los snacks para que se adapte a los estilos de vida de hoy, y luchar contra la obesidad con un enfoque en la nutrición positiva.»

InnovaMarkets Insight ha publicado un informe con las 10 tendencias en alimentación para 2015:

Etiquetas ‘limpias’: De las etiquetas limpias a las etiquetas cada vez más claras y transparentes. Se prevé un aumento de la demanda por parte del consumidor de etiquetas cada vez más sencillas en el envase del producto. La manera de mostrar la información en los envases del producto será un punto clave en el próximo año.

Alimentación de conveniencia: Continúa el interés por la cocina casera impulsado por programas de cocina en la televisión y por los gourmets que escriben en blogs. Se buscan productos que permiten múltiples combinaciones y versatilidad en la cocina como por ejemplo kits de ingredientes, en definitiva, productos que ayudan a aquellos que les gusta experimentar con la cocina.

Marketing entre los 20 y 35 años: Este segmento de población representa alrededor de un tercio de la población mundial, es el grupo de personas en el que la industria de la alimentación ha puesto un foco especial por el volumen que suponen. Quieren estar bien informados, probar cosas diferentes, conocer la historia que hay detrás de los alimentos pero tienen menos probabilidades de ser leales a marcas específicas.

Snacks saludables: Estamos asistiendo a la ‘snackficación’ de todo tipo de alimentos, fáciles de tomar en cualquier momento y lugar, desde productos que se toman ‘entre horas’ hasta productos  que algunas veces incluso reemplazan comidas como desayunos o cenas. El carácter nutritivo y saludable en este tipo de productos es cada vez más valorado e importante para los consumidores.

Grasas buenas, buenos carbohidratos: Las alegaciones relacionadas con las ‘grasas buenas’, como las grasas insaturadas,  en las etiquetas de los productos de alimentación son cada vez más populares.  También se buscan en las etiquetas los azúcares naturales por encima de los azúcares añadido o los edulcorantes artificiales.

Nuevas fuentes de proteínas: Aunque el moviendo hacia alimentos ricos en proteínas no es nuevo, las empresas si que están destacando ahora la fuente de las proteínas que se incorporan en los productos de alimentación. La búsqueda de nuevas fuentes de proteínas va en aumento, como por ejemplo, las algas, aceptadas por los consumidores, o incluso los insectos, aunque esto todavía tiene mucho camino por recorrer para llegar a los consumidores.

Aperitivos e ingredientes de frutas: Cada vez son más los nuevos productos que están incluyendo en sus formulaciones el uso de las frutas, desde las más comunes hasta las más exóticas. Los snacks de frutas es una de las últimas tendencias.

El potencial de los alimentos congelados: Los avances en el procesado de los alimentos congelados permiten mantener mejor las propiedades nutricionales de los alimentos y conseguir productos fáciles, equilibrados y ricos, en definitiva, productos de conveniencia. Son productos con mucho potencial que podría ser explotados próximamente.

Aumentar la calidad en la marca de distribución: La marca blanca o de distribución está siendo cada vez más valorada, y los productos de mayor calidad y de menor precio que los hace muy atractivos a los consumidores.

La textura: Esta característica está recibiendo cada vez más atención frente a otras como el olor o sabor. Se buscan productos que mezclen texturas diferentes, entre las que destaca la textura crujiente y crocante, de los productos con base de cereal.

Fuente: Foods News Latam

España, primer país en hábitos alimenticios saludables según el ‘Barómetro FOOD’

Después de las fiestas navideñas, llegan las dietas como propósito de año nuevo. La vuelta a la rutina ya supone un cambio alimenticio en los ciudadanos, al reestructurarse su actividad normal. Las comidas ya no son tan copiosas, no abundan los excesos de dulces y bebida, y las reuniones entre familiares y amigos son menos frecuentes.

La empresa inventora de los famosos “Ticket Restaurant”, Endenred, ha presentado una nueva edición de la encuesta ‘Barómetro FOOD’, enmarcado dentro del Programa FOOD, que lleva realizándose desde 2009 con el apoyo de la Unión Europea. Este análisis estadístico se centra en hábitos de alimentación saludables, a través de evaluar las pautas, hábitos y costumbres alimenticias en los trabajadores en Europa. El objetivo del estudio es promover la alimentación saludable entre los trabajadores, evitar la obesidad y ofrecer pautas para elaborar dietas más sanas

España ocupa el primer puesto en hábitos alimenticios saludables, en comparación con los seis países europeos encuestados por Endenred, que son Bélgica, República Checa, Francia, Italia, Eslovaquia y España.

Según los datos recabados por la empresa de servicios, el 32,8% de los empleados españoles no ha necesitado cambiar sus hábitos alimenticios durante la jornada laboral al ser ya lo suficientemente saludables, coincidiendo con las recomendaciones del ‘Barómetro FOOD’. Aunque, se ha comprobado un incremento en el número de trabajadores que ha realizado cambios en su alimentación respecto al año anterior 2013.

La encuesta ha revelado ciertos datos como que siete de cada diez empleados (69,2%) hacen una pausa diaria para comer durante su jornada laboral y solamente el 5% de los trabajadores no descansa, según ha comunicado la compañía.

Otro dato importante es que durante los días laborables, más de la mitad de los trabajadores (55,1%) elige comer en un restaurante, frente al casi 32,55% que prefiere traerse comida de casa. Solo el 5,4% de los empleados opta por las ensaladas, el 2,95% por los alimentos precocinados, el 2,04% por los bocadillos y el 1,73% por la comida rápida, según se muestra en el estudio.

A la hora de elegir un restaurante, los empleados prefieren las comidas variadas y la calidad nutricional frente a que se ofrezca una jarra de agua en la mesa, que sea rápido y asequible frente a que se empleen productos integrales. Un aliciente para los trabajadores es que el establecimiento esté cerca del lugar de trabajo y el ambiente sea agradable, aunque este dato ha disminuido en comparación al estudio de 2013.

Endenred ha puntualizado que ante la pregunta de si el trabajador elegiría un menú de nueve euros basado en los criterios saludables del programa FOOD frente a otros tipos de menú, el 88% de los encuestados señala que preferiría esta opción al resto.
La empresa en general y el empresario en particular tienen un papel fundamental para impulsar prácticas saludables entre los empleados. Más del 71% de los trabajadores opina que sus compañías pueden contribuir a mejorar su hábitos facilitando el acceso a actividades deportivas, ofreciéndoles fruta fresca diariamente (58,4%), agua (57,3%) y consejos de un especialista en nutrición (40%), ha desprendido el ‘Barómetro FOOD 2014’.

El Programa FOOD ofrece algunas ‘recomendaciones FOOD’ saludables, entre otras, están el alternar carne y pescado, elegir comida preparada a la brasa antes que al horno o al vapor, beber agua para acompañar la comida, variedad de grupos alimentarios en el menú, probar la comida antes de añadir sal, no picotear con alimentos salados, grasos, etc., reducir la cantidad de grasas, beber al menos 1,5 litros de agua al día, tomar fruta fresca de postre y comer cinco piezas de fruta o verduras al día.

Endenred ha analizado hasta la fecha más de 2.000 restaurantes y unos 21.000 usuarios para conocer las costumbres alimenticias que se llevan a cabo en Europa. ‘Barómetro FOOD’ se ha convertido en la base para la lucha contra la obesidad, siendo considerada una de las mejores acciones del Programa FOOD.

Fuente: El Boletín

El clima está cambiando la geografía de los alimentos

Expertos en seguridad alimentaria presentes en la 20 Conferencia de las Partes (COP 20) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), temen notables alzas de los precios de los alimentos si los países tropicales no adoptan pronto técnicas para adaptarse.

El Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, en inglés)estima que el cambio climático va a generar alzas de precios de los alimentos de hasta un 30 por ciento. El campo es el primer sector directamente afectado por la alteración del clima alerta Andy Jarvis, investigador del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y especialista en agricultura de bajo carbono, del Programa de Investigación de Cambios Climáticos, Agricultura y Seguridad Alimentaria.

«Clima y agricultura van de la mano y es el clima el que define si un cultivo va bien o mal. La geografía de donde están los cultivos se va a mover y los impactos pueden ser extremadamente negativos si no se hace nada», nos dijo Jarvis durante el Global Landscapes Forum,el mayor evento paralelo celebrado en la COP 20.

Cultivos como los del café, cacao y fríjol en los trópicos son especialmente vulnerables a temperaturas drásticas y a la escasez de lluvias y pueden sufrir enormes pérdidas en razón de un calendario climático en vías de transformación.

Un ejemplo. En el Valle Sagrado de los Incas en Perú una zona que abriga la mayor diversidad de papas, las altas temperaturas e incidencia de plagas están forzando a los indígenas a cultivar el tubérculo en altitudes muy elevadas. Los productores de papas podrían tener que hacer frente a una reducción de lluvias del 15 al 30 por ciento para 2030, según el Climate Wire.

Otro más. En países centroamericanos como Costa Rica, Guatemala y Honduras, hay una emergencia por el hongo de la roya del café, que diezma sus cultivos. La plaga ya causó 1.000 millones de dólares en pérdidas en América Central en los últimos dos años y ahora amenaza con infectar al 53 por ciento de las plantaciones de café en el área, según datos de la Organización Internacional del Café.

América Latina produce el 13 por ciento del cacao mundial y se llevará a cabo un esfuerzo internacional para conservar la diversidad del cacao en las Américas, una vez que los productores buscan rasgos para proteger su producción de enfermedades devastadoras como la «escoba de bruja» que puede agravarse por las condiciones climáticas extremas.

A la vez, el cacao también puede servir de estrategia para los productores de café como forma de alternar el cultivo cuando las temperaturas no sean favorables para producir café, según el Consorcio de Centros Internacionales de Investigación Agrícola.

«En la COP se ha manejado mantener el calentamiento global dentro de un tope de dos grados centígrados como la meta más optimista», recuerda Jarvis. Pero «eso prácticamente implica un desplazamiento total de la zona cafetera. Dos grados será demasiado caliente. Las dinámicas de los precios indican que van a subir muchísimo. A medida que cae la producción y la oferta se reduce, el precio sube. Será un gran impacto sobre la pobreza», advierte el especialista.

Solamente en Nicaragua, donde el sector cafetero tiene un peso económico importante, el aumento de los dos grados llevaría a perder el 80 por ciento de la actual área de los cultivos del grano, comenta. Hasta 2050, las áreas de café nicaragüenses se moverán unos 300 metros hacia zonas más altas, además de ejercer presión sobre los recursos naturales y los bosques y poner en peligro los actores de la cadena de suministro de café, según un estudio del CIAT.

A medida que el clima se calienta, los cultivos que hasta ahora tienen su tope de altitud en 1.600 metros, deben trepar a cotas más altas, lo que afectaría a la subsistencia de medio millón de pequeños agricultores y trabajadores agrícolas, según datos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

El subdirector general para el área forestal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Eduardo Rojas, ha asegurado en la COP 20 que el cambio climático ya pone en riesgo la seguridad alimentaria, los recursos y los medios de vida de las personas más vulnerables. «Una agricultura resiliente es más ambiental porque no utiliza fertilizantes nitrogenados. Pero por mucho que hagamos, hay límites sistémicos. Podemos llegar al límite de lo que puede ser la adaptación de la agricultura», comenta.

Rojas insiste en el enfoque integral de paisajes en el contexto del cambio climático para afrontar el desafío de asegurar una nutrición adecuada para las 805 millones de personas que sufren desnutrición crónica. Sin embargo, la producción agrícola tendrá a la vez que aumentar en un 60 por ciento para garantizar la demanda.

El director ejecutivo del estadounidense Earth Innovation Institute, Daniel Nepstad, recuerda que la mayor cantidad de tierra disponible para la producción de alimentos está en los trópicos. «El crecimiento de la demanda de comida, en especial, en las economías emergentes va a ser más rápido que el aumento de la producción. Los países en el mundo que tienen más potencial están en América Latina», destaca Nepstad, para quien las innovaciones para mitigar el impacto del clima en la alimentación están sucediendo fuera de la CMNUCC.

Para el director general del Centro para la Investigación Forestal Internacional,Peter Holmgren, la agroforestación es un enfoque para conciliar la agricultura, la conservación de bosques y producir alimentos sin generar estas emisiones. «El gran motivo para la deforestación en la región es la expansión de la frontera agrícola. Hoy en día ya hay muchas investigaciones que buscan variedades de cultivos y semillas más resilientes. Hay aún posibilidad para desarrollar una agricultura más inteligente», dice.

No obstante, Holmgren lamenta que el tema de los impactos de la variabilidad climática en la agricultura todavía se mantenga fuera de las negociaciones de las COP. Además de técnicas agroforestales, los servicios de información agroclimáticos con pronósticos de cuatro a seis meses son formas de contribuir a la adaptación para un nuevo calendario climático.

Jarvis, del CIAT, argumenta que la diversificación de cultivos y el aumento de apoyo con políticas de fomento al campo son necesarios. En la actualidad, no más del 20 por ciento de los productores de la región tienen acceso a extensión de tierras.

Fuente: EuroXpress

Investigadores de la UCA transforman subproductos del pescado en alimentos para la alta cocina

Investigadores, autoridades académicas, empresarios y críticos gastronómicos participan hoy en el acto de presentación de una novedosa gama de productos elaborada a partir de los restos cárnicos de pescado. Hamburguesas, patés, carpaccio o varitas son algunos de los formatos elegidos para crear nuevos y singulares platos próximos a los gustos de la alta cocina española.

Esta particular cata, organizada en el Hotel Atlántico, es fruto del trabajo llevado a cabo por investigadores del grupo de Ingeniería y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Cádiz, dirigidos por el profesor Víctor Manuel Palacios Macías, un estudio que se ha realizado dentro del proyecto VALORA: Mejora del rendimiento de la industria transformadora de pescado a través de productos de alto valor añadido.

Este proyecto pretende minimizar el impacto que ocasionan los subproductos generados dentro de la acuicultura e incrementar la rentabilidad del sector de transformados del mar a través del desarrollo de nuevos productos. Para ello, los investigadores de la UCA cuentan con la colaboración del Grupo Tres Mares, Esteros de Canela y el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA).  En otras palabras, “el proyecto trata de aprovechar los subproductos generados en el fileteado del pescado, para generar productos de interés alimentario, desde las clásicas hamburguesas, albóndigas, patés, etc., hasta nuevos diseños originales como el pan de pescado, y alguna especialidad japonesa que estamos empezando a desarrollar. Todo desde la perspectiva de ofrecer productos con gran valor nutritivo aprovechando todos los recursos”, como ha explicado el responsable del proyecto, el investigador Palacios Macías.

A través de técnicas de gelificación en frío y aditivos naturales de origen marino, estos investigadores han obtenido estos productos de restos de dorada y trucha, un proceso que han explicado de forma detallada en la jornada inaugurada esta mañana por el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Cádiz, Manuel Bethencourt, quien estuvo acompañado por el director general de Universidad y Empresa, Javier Pérez, y el director gerente de CTAQUA, Juan Manuel García de Lomas.

El vicerrector de la UCA ha destacado que este trabajo es “un ejemplo de responsabilidad, tenemos que asumir el papel que nos corresponde como universidad y trabajar de la mano de los sectores implicados en la detección y fortalecimiento de potencialidades que signifiquen oportunidades de crecimiento regional, entre otros ámbitos, en el marco de la Economía Azul”. De este modo, se cumple una de las principales premisas de la UCA, ha añadido, “de realizar investigación que dé respuestas a las oportunidades y necesidades  del entorno. Éste es el verdadero valor de VALORA, si me permiten el juego de palabras”.

Por su parte, el director gerente de CTAQUA ha indicado que están ilusionados por la posibilidad de haber colaborado con la Universidad de Cádiz “como institución de excelencia en este ámbito, para poner en valor el conocimiento desde una aplicabilidad directa al mercado”. De tal forma, que la transferencia de innovación resulte en un “producto más asequible e inmediato al consumidor”.

El director general de Universidad y Empresa ha resaltado que este proyecto conlleva un desarrollo territorial, “desde la UCA se coopera en la actualidad con decenas de empresas para poder generar riqueza y empleo en distintos sectores”. En este sentido, Javier Pérez ha realizado “una invitación y un ofrecimiento desde la Universidad de Cádiz” a todas aquellas personas con ideas para que “la investigación aplicada llegue al negocio”.

En las últimas décadas, tal y como ha expuesto Víctor Palacios, se ha aumentado la producción de la pesca en el mundo y el consumo de productos del mar. En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura prevé un incremento del consumo de pescado de un 20% en ocho años y España es uno de los mayores consumidores con una media de 24/25 kilos por persona per cápita. Y sobre estos datos, “el 50% del pescado se consume en un formato transformado”, de ahí la importancia de su estudio.

Trabajo previo de investigación

Es importante señalar que esta presentación, denominada DEMOLAB, se ha realizado tras la obtención de reestructurados, con buena textura y calidad sensorial, y  la celebración de dos paneles de cata el pasado mes de octubre, el primero en Cádiz (Andalucía) y el segundo en Orense (Galicia). En ellos, se evaluó la aceptación de estos productos por parte del consumidor, prestando especial atención en el sabor, la capacidad masticable y la jugosidad de los nuevos productos.

Cabe recordar que en la primera fase del proyecto, los investigadores de la UCA estudiaron el potencial nutricional de los subproductos derivados del fileteado de doradas y truchas de acuicultura, revelando que la calidad nutricional y microbiológica de los restos cárnicos de pescado procedentes de estos subproductos es muy alta y similar al que presenta el pescado original. La humedad, el contenido en grasas, las proteínas y los ácidos grasos son los parámetros que los investigadores analizaron de la materia prima procedente de las empresasEsteros de Canela y de Grupo Tres Mares.

Este proyecto está coordinado por la Dirección General de Universidad y Empresa de la UCA y cofinanciado por el Fondo Europeo de Pesca 2007-2013 y la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la convocatoria de ayudas para la realización de acciones colectivas y de medidas dirigidas a proteger y desarrollar la fauna y la flora acuática.

Fuente: Teleprensa

Alimentos para la nueva clase media

Tres años después del estallido de una crisis que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero comenzó por negar, su Ministerio de Industria elaboró un informe que señalaba al sector alimentario como una de las siete áreas estratégicas de la economía sobre las que iba a pivotar la recuperación hasta 2020. Eso fue hace cinco años.

La industria de alimentación y bebidas española, la principal del país junto al turismo, ha comenzado a levantar cabeza (este año acumula un crecimiento del 5%) sin haber sufrido tantos desperfectos como otros sectores. Factura más de 90.000 millones de euros, aporta el 16,8% del valor añadido bruto de la industria y es el eslabón clave en la cadena que alimenta a 47 millones de personas en el país (y a varios millones más fuera de Europa). Con cerca de 440.000 empleos y una balanza comercial positiva, está considerado como un sector eficiente en costes que no sucumbió a la inflación en los años de la bonanza económica. “Somos el sexto exportador de Europa y el octavo mundial. Mi balance es que tenemos unas bases extremadamente sólidas”, resume el presidente de la Federación de Industrias de Alimentación (FIAB), Pedro Astals. Los productos que colocan en el mercado las empresas de alimentación españolas son singulares, variados y de calidad, y están apoyados por una importante cultura alrededor de la gastronomía y la dieta mediterránea. Según las previsiones de la patronal, las exportaciones crecerán un 35% de aquí al 2020, lo que vendría a confirmar que el gobierno socialista, al menos, no se había equivocado del todo.

Esas son las buenas noticias. Pero dentro de este sector aparentemente firme se esconden debilidades y desequilibrios que se han agrandado en los últimos años y que se aderezan con crisis concretas que,como la de Pescanova o el veto ruso, atacan su solidez. “En otras épocas, la industria de alimentación navegaba en un océano azul. Ahora estamos en un mar rojo, con tiburones que se comen los unos a los otros”, ironiza Miguel Lladó, profesor del IESE. Los tiburones están por todas partes: presión de las grandes cadenas de distribución, bajos precios, trabajo muy precario, atomización de las empresas, poca capacidad de invertir en I+D y escaso desarrollo de marcas. “Al fin y al cabo España es un actor activo en el comercio internacional desde hace sólo medio siglo. Hemos llegado cien años más tarde que otras economías europeas”, resume un directivo de una patronal.

El también profesor del IESE, José Luis Nueno, habla de la tan repetida atomización como una auténtica desgracia. “Piense que en este sector, [excluida la agricultura], hay unas 30.000 empresas y solo 59 superan los 500 millones de euros en ventas. Otras 5.800 están entre 10 y 499 millones, y después, el resto. Muchos de los problemas tienen que ver con esa fragmentación: en la industria de panadería y pastas el número medio de empleados por empresa ¡es solo de ocho personas! Habría que impulsar la concentración para afrontar los retos de exportar, de mejorar en investigación”, razona. Dicho esto, añade que el de la alimentación “es un sector fantástico, uno de los más estables. Ha aguantado los envites de la crisis mejor que otros. ¿Por qué? Porque depende del número de bocas a alimentar, y entre el año 97 y el 2007 España ganó seis millones de habitantes. En ese tiempo las empresas aguantaron y no generaron inflación, mantuvieron una oferta contenida, e incrementaron las exportaciones”.

Sólo mil de las 29.196 empresas del sector tiene más de 50 empleados

Echando una ojeada al resto de Europa se aprecian situaciones muy diferentes. En Alemania unas 6.000 empresas se reparten un mercado que factura 163.000 millones, según datos recopilados por FIAB y el Ministerio de Agricultura. En Francia son 10.000 empresas, un tercio de las españolas, con unas ventas de 157.000 millones, 67.000 millones más que las situadas al sur de los Pirineos. En Italia el tamaño de la industria es similar al alemán, con una facturación que supera en 37.000 millones a la nacional.

Buenaventura Guamis, catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Autónoma de Barcelona, lo achaca a que España, a pesar de tener grandes empresas, está en manos de multinacionales de distribución que “han fomentado marca blanca en detrimento de marca de prestigio”. Cree que la concentración es excesiva en un sector tan estratégico.

La gran distribución copa el 72% de la cuota de mercado y sólo cinco grupos (Mercadona, Carrefour, Eroski, Día y Alcampo) concentran el 57% de las ventas. Hablamos de toda la facturación de esa industria formada por 30.000 empresas. Con ese dominio, sus propios productos triunfan: la penetración de la marca de distribución es ya del 40%. Mientras, las tiendas tradicionales se tienen que conformar con el 1,5% de la tarta.

José María Bonmartí, director de AECOC, la asociación de fabricantes y distribuidores que agrupa a 25.000 sociedades y sienta en su consejo directivo a los grandes hipermercados del país, desde El Corte Inglés a Mercadona, niega que esa concentración sea asfixiante. “En los países nórdicos es incluso mayor, aunque los líderes sean cooperativas. En España tenemos que buscar que la cadena sea sostenible, más allá de que esté más o menos concentrada. El consumidor ha primado más el precio, ha buscado productos más baratos, ha beneficiado el desarrollo de las marcas de la distribución. Y precisamente por ser básico, este sector ha mantenido puestos de trabajo. Uno de los elementos importantes es que las empresas son muy eficientes para no perder dinero”.

El precio ha pasado a ser el primer factor de decisión de los consumidores españoles desde la crisis. Los productos de marca de distribuidor o discounts han desplazado a los de mayor valor, como la carne o el pescado, en una sociedad cada vez menos poblada. La industria se encuentra con menos bocas que alimentar, ahora y en el futuro. Se calcula que las clases medias europeas consumen el 38% de los productos mundiales, pero en 2020 se estima que ese porcentaje descenderá al 29%. Mientras, la clase media de la región Asia Pacífico disparará su consumo hasta el 42% en cinco años y copará los mercados en 2030.

Exportar es la única salida para mantener el vigor del sector, aunque las recetas para impulsar el comercio exterior siguen siendo las clásicas: apoyo institucional en misiones comerciales, estímulo para difundir imagen de marca, líneas de crédito o visitas a ferias. Nada nuevo a lo ya visto en los últimos años.

“España vende fuera una cuarta parte de su producción de alimentos. En los últimos diez años las exportaciones han crecido siete puntos. En 2020 estaremos en el 35%, y lo que estoy diciendo no es un objetivo estratégico, simplemente se trata de una proyección basada en lo que ha sucedido hasta ahora. Es verdad que las circunstancias políticas pueden variar, eso no lo sabemos. Si llega otro veto ruso nos dejará descolocados, pero tenemos una base estupenda para aguantar”, reflexiona Jaime Palafox, director del departamento de Asuntos Económicos e Internacionalización de FIAB. Hoy unas 5.000 empresas colocan productos de manera frecuente fuera de España por valor de 22.000 millones al año, excluidos productos no elaborados. “Nuestro mercado natural es Europa, lo lógico es que sea el primero. Ahí concentramos el 70% de las ventas”.

En los últimos cinco años el peso del mercado europeo ha bajado seis puntos porque el incremento se está produciendo en mercados emergentes. China ya es el segundo mercado extracomunitario, con crecimientos anuales del 20%, por detrás de Estados Unidos. Recibe productos por valor de 557 millones. “El crecimiento de las clases medias está concentrado en los países emergentes. Ahí está el futuro de la exportación alimentaria”, insisten varios expertos consultados.

Las arterias de la exportación están en lugares como Mercabarna, la sociedad que gestiona los mercados mayoristas de Barcelona. Las 770 empresas que operan en sus 90 hectáreas facturan 4.700 millones de euros, el 25% a terceros países. Josep Tejero, su director, explica que este año se ha dado la tormenta perfecta. “El precio de ciertos productos agrícolas ha estado muy afectado por un exceso de producción y por el veto ruso. Las miles de toneladas que no se han podido colocar en Rusia se han ido a otros países, como Polonia, y el mercado se ha colapsado. Nos hemos comido los crecimientos que esperábamos. Ahora toca abrir nuevos mercados, quizá más lejos, quizá con más esfuerzos, en países de Oriente Medio… Vamos a tener que pelear mucho el año que viene”.

La imagen de solidez que quiere dar la patronal sobre la internacionalización española choca con un día a día extremadamente duro. “Hay que hacer un traje a la medida para cada mercado, lo que vale para India no vale para Suráfrica”, explica Felipe Silvela, cofundador de Arteoliva, que exporta a 50 países. “En un país árabe nos dijeron que rechazarían nuestra mercancía si el contenedor que les enviábamos pisaba puertos judíos. En otro nos insistían en que les presentásemos un certificado sobre contaminación nuclear… hasta que caímos en que lo que querían era un soborno”. Su empresa ha sido pionera en envasar aceite de oliva en tetra brik. Comenzaron a montar el departamento de comercio exterior en el año 2000 “yendo con una carterita, de feria en feria”. Sufrieron golpes duros desde 2007, que obligaron a reducir el sueldo a toda la plantilla para evitar despidos. Los jefes se recortaron la nómina a la mitad: “Yo ganaba 3.000 euros y ahora son 1.500 euros. Es temporal, pero no podíamos pedirles a los que menos cobran que hiciesen el mismo esfuerzo”, reconoce Silvela. “Hemos conseguido renegociar deuda y estamos al día de pagos, generando unos beneficios modestos. Rellenar el agujero nos va a costar cinco o seis años, con un plan de negocio serio, pero lo haremos. Nos encanta resolver problemas de alimentación”.

El cerdo (3.057 millones), el vino (2.580 millones) y el aceite (2.085 millones) son los tres principales alimentos españoles fuera de las fronteras. La cooperativa Covap, por ejemplo, tuvo que trabajar contra el proteccionismo estadounidense para conseguir colocar productos curados en países poco acostumbrados a ellos. Después de 15 años visitando medio mundo han conseguido unas ventas de 11 millones de euros. “Para nosotros lo principal es vacuno y cerdo ibérico, tanto fresco como curado, que exportamos a Italia, Portugal, Holanda, Hong Kong… en el norte de África vendemos sobre todo ovino, pero con formatos distintos a los que exigen los consumidores españoles. A Estados Unidos llegamos con mucha ilusión pero para los productos curados fue muy difícil por el tema de homologaciones, con certificaciones bastante exigentes”, analiza Rafael Guerrero, director comercial.

¿Cuál es la mejor estrategia? Las empresas insisten en que no hay fórmulas mágicas más allá de conocer a fondo el país, tener paciencia, buenos contactos y un punto de buena suerte. “Los mercados se ganan por precio siempre. Salvo que tengas un producto exclusivo, la única manera de entrar es desde una posición humilde, acreditando tu marca, nunca lo he visto hacer de otra forma”, razona el presidente de FIAB. Pedro Astals fía el liderazgo europeo a la conquista de mercados con una población joven que aspire a conseguir un estándar de vida occidental. “Europa se recompondrá, seguro”.

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